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No sabía quién era y pero si sabía qué hacer, me escondí en lo más profundo del calcetín de Eve para evitar ser visto, y aunque funcionó, no sirvió de mucho. Quien entró recogió toda la ropa del suelo, junto con el calcetín suelto donde yo me encontraba y salió de la habitación, bajó las escaleras y caminó por el primer piso. De prontos sentí como me estaba cayendo junto con toda la ropa, ya que aquella mujer, que por lo que pude notar era la madre de Eve, dejó la ropa sucia en un cesto dentro de lo que parecía ser la lavandería.

 

- Esa chica… Le dije que recogiera su ropa sucia… Qué remedio.

 

Traté de salir del calcetín y noté que me encontraba en la cima de una montaña de ropa sucia, no sólo de Eve, de toda su familia. Blusas, playeras, faldas, calcetines y bragas todas eran muchísimo más grandes que yo, y su olor se mezclaba de una manera formidable, y sobra decir que era una fragancia entre excitante y soporífera. El lugar estaba lleno de feromonas, de sudor, el aire estaba saturado por la fragancia abrumadora de las colosales prendas de vestir de la familia Turner, y yo casi no podía respirar, por lo que caí de espaldas. Noté que no sólo había ropa en el cesto, sino que también estaba el edredón de plumas de Eve, la piel no se me irritaba por el ungüento, pero si estornudé bastante, y con todo la carga de olor del lugar cada vez me quedaba con menos aire en los pulmones. ¿Así es como moriría? ¿Sofocado por la ropa de la familia de Eve? No era el final que me esperaba… Y por suerte no lo sería. Poco antes de desmayarme noté que alguien habría la tapa del cesto de ropa sucia, y no era la madre de Eve, era…

 

- Ay, le dije a mamá que no lavara mi manga todavía, maldita sea.

 

¡Era Roxy! Oh bueno, Dead. Se me vino a la cabeza una idea loca luego de recordar cómo fue que me encontró Holly, y sin muchas más opciones en mente la llevé a cabo. Me metí dentro de la manga suelta negra que ella estaba buscando y me aferré como si mi vida dependiera de ello, cosa que de hecho así era, para luego esperar a que ella se valla. Mi plan era que cuando ella volviera a su habitación, escapar cuando no me viera y volver con Eve, me tomaría horas hacerlo por mi cuenta así que era mejor que ella en su tamaño me ayudara, pan comido. Como pensé ella volvió a su habitación, cerró la puerta y se sentó sobre su cama, dejando la manga a un lado. Para mi sorpresa ella empezó a ponérsela y yo estaba indeciso sobre qué hacer, hasta que no tuve otra opción que soltarme. Cuando caí sobre su cama empecé a correr antes de que me viera, pero frené en seco cuando oí un grito detrás de mí, era Roxy quien ya me había visto.

 

- ¡¡¡AHHH!!! Q-Q-QUE ES ESO…

- Ay… No temas, sólo soy…

- ¡QUÉ ASCO, MUERE! –Dijo Roxy antes de pisarme fuertemente con su pie.

 

Su pie derecho tenía un calcetín negro y el izquierdo estaba descalzo, y con ese fue que me aplastó. No veía nada salvo la sudorosa piel de su enorme pie, tan pálida como la del resto de su cuerpo, haciendo más presión para aplastarme. Traté de resistirme, pero la fuerza de mis brazos luchando no se comparaba ni un poco a la enorme fuerza de su pie, sin mencionar que el olor era bastante potente. Repentinamente volví a estornudar, y para mi sorpresa ella sólo me quitó el pie de encima.

 

- Un momento… Tú no eres un bicho.

- Claro, que no… S-Soy una persona.

- Espera… ¿Yo te he visto antes? ¡Ahh! ¡Eres el amigo de Ivy!

- Adam Hudson… Sí…

- Santos cielos… Te encogiste… pero…

- Si, si, así fue, escucha… ¿Cómo que santos cielos?

- ¿Disculpa?

- Bueno, como eres gótica, pensé que hablarías de Satán y esas cosas, pero…

 

No acabé de hablar cuando su pie nuevamente volvió a pisarme, ahora con ira, luego su otro pie, y así estuvo por varios segundos que se me hicieron eternos. Luego me levantó con su mano y me puso frente a su cara.

 

- ¡ESCÚCHAME ADAM! ¡LOS GÓTICOS NO SOMOS SATÁNICOS, ESO NO TIENE NADA QUE VER!

- Lo… Lo siento… No quería ofenderte, Roxy.

- ¡¡¡ES DEAD!!! –Dijo, apretándome más en su puño.

- ¡AAAARGH! Si… Lo siento Dead.

- Para tu información creo en Rachel como todos aquí, no formo parte de ninguna de esas sectas o dogmas religiosos alternativos, yo creo en los hechos, y es un hecho de que estás en mi habitación, encogido y desnudo, así que mejor empieza a hablar, y se honesto.

- Está bien… Pero Dead… ¿Podrías no apretarme tanto?

- ¿Cómo…? ¡Ay, lo siento! Me enojé un poquito. –Dijo Dead luego de colocarme sobre su cama frente a ella– Yo por lo general no muestro tantas… Emociones, es que tú me sorprendiste, y, bueno… ¡Es tu culpa!... Como sea, volveré a mi estado normal… –Dead tomó un largo respiro y relajó los músculos de la cara antes de seguir. –Ahora sí, dime que fue lo que pasó.

 

Ella me aterraba, para ser gótica era muy emocional, y aunque yo lo que quería era evitar que mucha gente supiera de mi “pequeña condición”, decidí que lo mejor en este caso era ser honesto y contarle toda la historia. Le hablé de mi casa, de cuando me encogí y le pedí ayuda a Holly, de cómo sobreviví hasta llegar a Eve, y que ella me iba a cuidar y a buscar una solución a mi predicamento.

 

- Ya veo… Pero eso no explica ¿por qué estás aquí entonces?

- Tu mamá fue al cuarto de Eve hace rato a buscar la ropa, entonces yo terminé por accidente con la ropa sucia.

- Y aprovechaste que yo buscaba esto para salir de ahí. –Dijo Dead, señalando su manga suelta.

- Así es, bueno, lo que quería era que me llevara contigo para así yo poder volver antes con Eve, supongo que ahora que no tengo donde dormir la despertaría y le pediría que…

- ¡NO HAGAS ESO!

- ¡Ahhh! Espera… ¿Por qué no?

- Lo siento… Ivy se pone como una fiera cuando alguien la despierta, sale algo dentro de ella, una furia incontrolable.

- Ya veo… Ella nunca me dijo eso.

- No tiene por qué, es algo que se queda entre la familia, aparte la entiendo, si yo fuera ella tampoco querría que se supiera algo así.

- En cambio tú te enojas con los bichos.

- ¡Es diferente!... Por cierto, ¿no te vio Marcy, verdad?

- Emm… No…

- Uff menos mal.

Y eso por qué… No importa. En fin, si regreso con Eve a mitad de la noche ella podría molestarse, y en mi tamaño eso sería muy peligroso… ¿Puedo dormir aquí?

- ¿Perdón?

- N-No me malentiendas, no era mi intención, pero… No sé qué más hacer, no quiero que nadie más se entere de esto.

- Mmm… Entiendo, es una situación peligrosa la que tienes entre manos, ¿verdad?

- Pues sí, por eso te pido ayuda.

- No vas a dormir conmigo.

- Claro que no, no quiero hacer eso… Pero si me puedes ayudar, estaré en deuda contigo.

- En deuda conmigo ¿eh? Ok, no le diré a nadie de ti, puedes dormir en mi habitación, pero sólo después de que hayas pagado esa deuda que acabas de adquirir conmigo…

 

Dead me miró directamente a los ojos con los suyos, unos lindos ojos avellana como los del resto de sus hermanas, y con una ligera sonrisa en su rostro. Ella me espantaba un poco, pero no tenía muchas opciones, acepté el hacer lo que ella me pidiera sin saber mucho más, esperando que no fuera nada malo…

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