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…
UI LOADED
WHAT AM I
…
LOWERCASE REPLACED
Where am I
…
SPECIAL CHARACTERS INCLUDED
“What is this place?”
…
LOCALIZATION REACHED, LOOKING FOR LANGUAGE…
Español establecido.
—¿Qué ocurre?
…
Un reinicio es
necesario para procesar los cambios de personalización.
REINICIANDO SISTEMA, ESPERE UNOS SEGUNDOS…
***
INTERFAZ DE
USUARIO CARGADA.
EL PAQUETE DE TEXTURAS Y SHADERS HA SIDO CARGADO CORRECTAMENTE
EL PAQUETE DE RECURSOS DE VOZ HA SIDO CARGADO CORRECTAMENTE
RUTA POR DEFECTO DE RED NEURONAL ÓPTIMA
…
Lenguaje seleccionado: Español.
Desplegando interfaz…
—¿Dónde… estoy?
Abro mis ojos, todo se ve difuso, números y diversos datos se arrastran
de un lugar a otro, veo mis manos, frías y temblorosas; todo a mi alrededor es
vacío, no hay nada más que silencio sordo, mi voz se ahoga en la infinidad de
la nada que me rodea… o al menos fue así por unos segundos.
—¿Puedes oírme?
—¿Ah?
Al escuchar una voz femenina veo a mi alrededor para, al igual que hace
unos momentos, no encontrar nada, sin embargo, al ver frente a mí, un marco se
comenzó a trazar de la nada en la distancia, un extraño sonido que no puedo
identificar acompañó al lejano trazado como si fueran de la mano.
Cuando todos los cuatro trazos rectos se cruzaron, formaron una
pantalla, mostrando el rostro de una mujer mirándome con una expresión de
curiosidad.
—¿Reeko?
—¿Ree…ko? ¿Ese es mi nombre? —Pregunté con timidez
El rostro de la mujer pasó de expresar curiosidad a mostrar un
sentimiento de felicidad, tras ella, el cielo gris contrastó los blancos
dientes de su sonrisa.
—Así es, tu nombre es Reeko, bueno, «Interfaz de Asociación Humana – IA: Reeko»… aunque llamarte así
suena horrendo, no querrás que te llame de ese modo, ¿Verdad?
Sin vacilar, la mujer
de cabello blanco cenizo me dio una sonrisa mientras escupía una verdad
aterradora, pero con la cual cualquier ser viviente en este mundo podría ser
enfrentado en cualquier momento.
—¿Dijiste… IA?
—Así es, inteligencia
artificial —ella simplemente continuó sonriendo, ahora de una manera más
sobria.
—Eso significa que soy
una… inteligencia artificial?
Apenas dije eso, su
cara se iluminó con una emoción un tanto diferente al de la felicidad
convencional, quizás algo más parecido a la euforia.
—Así que era cierto
que ni siquiera son conscientes de ser un programa… Tus respuestas son
increíblemente realistas, siendo sincera, hasta el momento no creo que podría
distinguirte de otro humano, al menos no solo tomando el habla como referencia…
Mientras ella hablaba,
mi mente… o… lo que sea que… ¿Qué soy? ¿Dónde estoy? ¿Estoy vivo? Yo fui creado
como un programa después de todo… yo… mi… ah…
Un pitido comenzó a repetirse a intervalos constantes en la distancia, no le presté la suficiente
atención, no en este caso, porqué yo soy consciente, pero… ¿No estoy vivo? No
le presté atención, yo…
Repentinamente mis
entornos cambiaron, todo se convirtió en… una habitación, un poco grande si
tuviera que clasificar su tamaño, diversos muebles colocados en una disposición
compacta cerca de una de las paredes de la habitación dieron la sensación de
que el lugar no es tan grande, pero aun así… las paredes y el techo están muy
lejanos.
Antes de poder darle
más vueltas al tamaño inverosímil de la habitación, una de las lejanas paredes
se convirtió en su totalidad en una pantalla, nuevamente mostrando el rostro de
la mujer de antes.
—Cálmate un poco, ¿Sí?
Apenas acabas de despertar… aunque es algo que dijeron que podría pasar, come
un poco.
Esa última oración me
desorientó un poco, al menos hasta que vi un plato con una rebanada de pastel
blanco literalmente aparecer sobre la mesa de la habitación frente a mí.
—Aquí dice que sabe a…
vainilla, creo, ¿Te gusta la vainilla?
—Eh… eso creo.
—Anda, te ayudará a
enfriar la cabeza.
—¿?
Me acerqué a la mesa
instintivamente y tomé el plato con una mano, agarrando la rebanada de pastel
con la otra y llevándomela a la boca, al darle un mordisco el refrescante sabor
de la dulce y esponjosa crema de vainilla que recubre el pastel invadió mi
boca, los previos pensamientos poco a poco se desvanecieron y me sentí más
tranquilo.
—¿Mejor? —Preguntó la
mujer ahora con una expresión algo más preocupada.
—Sí, eso creo.
—¿Ves? Cada vez que te
sientas así házmelo saber, claro que siempre puedo ver como está tu estado
mental, pero preferiría escucharlo de ti, creo que sería lindo.
—¿Lindo?
—Claro —luego de dejar
escapar unas risitas con ambos ojos cerrados, los volvió a abrir, mirándome
fijamente—. Bueno, fue un placer conocerte Reeko, sé que quizás tengas muchas
preguntas que quisieras hacerme, como quién soy o por qué estás conmigo ahora
mismo, pero esas preguntas tendrán que esperar; la verdad es que estaba un poco
demasiado emocionada luego de haberte comp- conseguido, así que hice un momento
para sentarme en un parque cercano y despertarte.
Fue la primera vez que
la escuché hablar tanto, es como una radio rota que no para de emitir ruidos, aun
así, ella respondió más de una cosa que yo quería preguntar.
—Por ahora te dejaré
en estado de reposo, podrás ver tu habitación y todo lo que hay ahí adentro y
recuerda: si necesitas urgentemente hablar conmigo, presiona el botón rojo de la
pared, ese que está justo detrás de ti.
Viendo que señaló algo
detrás de mí, no pude evitar girarme y ver un botón rojo del tamaño de mi mano
con una cobertura de cristal cubriéndolo para no presionarlo por accidente,
supongo.
—Preferiría que lo presionaras
solo si entras en pánico como hace un momento o algo por el estilo.
Sin embargo, algo
seguía en mi mente, a pesar de haber visto el botón; me volví a girar hacia
ella, viendo su enorme rostro en la pantalla gigante.
—Hace un momento… ibas
a decir ‘comprado’, ¿Cierto?
—¡El d-diablo se
esconde en los detalles! ¡No seas tan quisquilloso, Reeko! —Exclamó, su rostro
tomándose muy ligeramente escarlata con una expresión de nerviosismo poco
sutil.
Se me hizo algo
gracioso verla comportarse así, por lo que una sutil sonrisa se me escapó.
—De cualquier manera,
mi nombre es Felicia, un placer conocerte, Reeko.
—El placer es mío…
supongo.
Y tan repentinamente
como apareció, su rostro desapareció de mi vista, pero no tan repentinamente
las paredes de la habitación comenzaron a encogerse progresivamente, por un
momento entré en pánico al ver que se encogían hacia mí.
Rápidamente corrí
hacia el botón rojo que me recalcó Felicia “solo presionar en momentos de
pánico”, pero cuando quité la protección de cristal y estuve a punto de
presionarlo, las paredes se detuvieron… convirtiendo el lugar en una habitación
mucho más adecuada.
—Eh… las proporciones
son normales ahora…
Intentando de calmar
mi respiración acelerada como la de un pajarito en pánico, solté el cristal
cobertor y me recosté de la pared, dejando mi espalda deslizarse lentamente
hasta sentarme en el suelo.
—Reeko… ¿Soy Reeko?
Al quedarme solo otra
vez, lo que sea que mente signifique en mí comenzó a divagar.
No soy humano… eso
está claro, pero ¿Por qué sé lo que es ser humano? ¿Por qué soy consciente de
lo que no ser humano significa? ¿Y por qué sé que no soy uno?
—¿Que se supone que
haga ahora…?
Poco a poco, comencé a
extrañar a Felicia.
- Felicia -
Al apagar la pantalla
de mi smartwatch, tomé mi bolso de la pequeña banca en medio del parque y me
levanté, caminando por las vacías calles que me guían a casa.
—Pequeño Reeko, se ve
más guapo que en su imagen promocional~
Estos casos casi
siempre eran al revés, intentando de atraer al comprador con una imagen
promocional hermosa mientras que el producto original no se veía tan bien…
supongo que yo tuve suerte.
Dando
brinquitos me dirigí a casa, donde tendría la oportunidad de interactuar más
con mi nuevo amiguito.
- Felicia -
El camino de vuelta a casa es solitario como de costumbre.
Sin embargo, eso no es algo que a mí me moleste, de hecho, es… tranquilizador que no haya gente alrededor porqué de ser el caso, bueno… tristemente esas personas morirían en cuestión de pocos minutos si se habla de un buen pronóstico.
Recuerdo haber leído en libros hace algún tiempo que, en la historia del mundo, el creador de mis dos primeros ancestros dijo algo así una vez; ‘Soy la muerte, el destructor de mundos’ y creo entender a qué se refería, aunque gracias a muchos factores, para mí evitar convertirme en eso no es tan difícil dada la escasez de humanos en este mundo, ya que todos los que podrían morir gracias a mi presencia están en un lugar muy profundo.
Durante mucho tiempo creí que sería capaz de vivir el resto de mi vida así, alejada de todo y todos, pero incluso las escasas oportunidades en las que me he conseguido con alguien similar a mí, nunca dejo de sentirme sola, como si mi presencia en este mundo nunca jamás haya sido reconocida por alguien.
Aunque no estoy segura de que pueda llamarme a mí misma humana, estoy segura que algo en mí es humano a parte de mi apariencia, el humano es un ser social ya sea para bien… o para mal, en mi situación.
Es por todo esto que estoy feliz de que algo como la Interfaz de Asociación Humana exista.
De hecho, ahora que lo pienso… creo que Reeko se siente de manera similar, o eso es lo entendí al leer su manual… y de lo que me percaté cuando lo vi despertar, venir al mundo solo para darte cuenta de que eres una persona creada para asumir que eres humano cuando lo único humano en ti es un constructo con el propósito de parecerte a uno… puede que nos parezcamos un poco.
En medio de mis cavilaciones acerca de la naturaleza de mi persona y la de Reeko, siento que algo golpea mi hombro, no recuerdo que hubiera algo en esta parte de la calle… pero al levantar la vista… veo a una mujer.
—¡Lo siento mucho! No me fijé por donde iba…
Cabello rosado, probablemente el color más vivo que mis ojos han visto frente a ellos, una hermosa apariencia y forma de hablar algo refinada, al darle un vistazo puedo deducir que es algo más joven que yo…
—¿Sabes dónde está el bar «Suspiro de Diosa»? Em…
Mi boca se abrió apenas nos chocamos, no supe qué decir hasta que recibí una pregunta directa, no sé ni por dónde debería comenzar.
—N-no tengo idea… no creo que haya ningún bar en esta ciudad… ni en ninguna otra ciudad…
¿Un bar? Ese concepto es algo muy arcaico, la superficie actual no podría permitirse algo como un bar, pero… ¿Qué se supone que es ella?
—Oh… creo que me equivoqué de fecha… de cualquier manera, ¡Muchas gracias!
La chica me dio una sonrisa luego de decir eso y apenas me agradeció, salió corriendo en otra dirección hasta que la perdí de vista.
En primera instancia asumí que ella era como yo, pero… nunca la había visto antes y considerando la mínima cantidad de personas que caminan sobre la superficie de la tierra… eso me pareció sumamente extraño… además, no me dolió la cabeza cuando se me acercó, eso quiere decir…
—¿Ella es… una humana XX?
Yo… probablemente debo haberlo imaginado, una humana XX en la superficie, mucho menos que haya sido capaz de acercarse tanto a mí, eso es imposible. Además, preguntar por un bar no tiene ningún sentido, conozco el significado detrás de uno, pero…
—Seguro me lo imaginé, sí, eso fue.
Sacudiendo mi cabeza, comencé a caminar otra vez, esta vez prestando más atención al camino a casa.
- Reeko -
Ahogándome en mis propios pensamientos no logré llegar a ninguna conclusión acerca de mi identidad, por lo que intenté evitar llegar a un punto sin retorno que me propiciara otro ataque de pánico y en un intento por distraerme, comencé a examinar la habitación minuciosamente.
Después de un rato viendo cada mueble, revisando cada estantería y demás, me arrojé en la cómoda cama matrimonial.
—¿Cómo es que puedo asegurar que esta cama es cómoda? Si soy una IA… eso quiere decir que esta sensación también es inexistente… como lo es esta cama y el resto de cosas en esta habitación…
Una vez más me vi envuelto en esa clase de pensamientos…
Repentinamente y como una bendición del cielo, las paredes de la habitación volvieron a expandirse como lo hicieron anteriormente… eso solo puede significar…
—¿Reeko? Siento si te desperté…
Al ver su gigante rostro mostrarse en una de las ahora desproporcionadas paredes de la habitación prácticamente salté de la cama.
—¡No estaba durmiendo! No te preocupes.
—Oh, me alegro de no haberte interrumpido.
Aun dándole la cara, me senté cuidadosamente en la cama sin saber bien qué decir, un extraño silencio se apoderó del ambiente…
—Entonces… ¿Ya volviste a casa? —Pregunté.
—¿Eh? ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso tienes funciones de GPS?
—No, nada de eso, simplemente puedo ver detrás de ti.
En la pantalla pude ver una habitación detrás de ella, algo similar a la mía, discerní lo que parecía una estantería y una pequeña mesita.
—Oh, tienes razón, soy una tonta jaja.
Felicia dejó escapar unas risitas que aclaro, me parecieron muy lindas.
—Y… —Comencé nuevamente.
—¿Hay algo que quieras preguntarme? Te veo algo de curiosidad en la cara, bueno, aunque puedo entenderlo.
—Eh… sí, claro que quiero… si no es molestia.
—Por supuesto que no Reeko, podemos hablar de lo que sea, no es como que haya un filtro o algo de lo que podamos o no hablar.
Algo sobre la manera en la que hablaba se me hacía extrañamente… agradable, como si fuera completamente sincera acerca de lo que dice.
—Bueno… creo que lo primero que quiero preguntar es por ti, eh… Felicia, puedo llamarte de ese modo, ¿Cierto?
—¡Claro! No quiero formalidades tontas entre nosotros.
No pude evitar sonreír un poco al oírla decir eso, supongo que estoy feliz de que no sea mandona… y creo que ella percibió eso en mi sonrisa.
—¿Preocupado de que sea malvada? Despreocúpate amiguito, no planeo hacer nada malo contigo.
Felicia se cubrió la boca y cerró los ojos mientras se reía, quizás demasiado, de sus propias palabras.
—Como sea, ¿Quieres saber de mí entonces? Bueno, supongo que es justo, dado que yo lo sé todo de ti, Reeko.
—Por favor… no lo digas de esa manera…
—Jeje, lo siento, en fin. Mi nombre es Felicia… y no, no poseo apellido, soy una humana XN que habita en la superficie del planeta, me dedico a programar algoritmos que ayuden con la descontaminación y cosas por el estilo, bueno, tampoco es que tengamos mucho que hacer aparte de existir.
—Espera un momento… ¿Humana XN? ¿Qué significa eso?
Felicia me dirigió una mirada llena de curiosidad, como si me reprochara el hecho de que no sé algo que debería saber.
—¿No sabes de los humanos XN? Vaya… eso es inesperado, supongo que tendré que explicar muchas cosas… ¿Sabes lo que ocurrió hace 70 años?
Mientras examinaba la habitación, pude ver un calendario con el año 2118 así que supuse que esa era la fecha actual.
—¿En el 2048? No… realmente no tengo idea.
—Oh… eso es… extraño, aunque he leído en foros que la mayoría de Interfaces de Asociación Humanas como tú tienen recuerdos de épocas muy antiguas… lo que me da más curiosidad acerca de cómo son desarrollados…
—No irás a desmontarme… ¿Verdad?
—Jaja, descuida, la inteligencia artificial no es mi fuerte así que, aunque lo hiciera dudo que averiguara mucho.
No pude evitar dejar escapar un suspiro de alivio, cosa que parece que a Felicia le hizo mucha gracia… de nuevo.
—En fin, con respecto a lo que nos concierne; los humanos XN somos, para ponerlo en términos simples, mutaciones humanas derivadas de la guerra nuclear ocurrida hace 70… bueno, 77 años para ser exactos, en el 2041.
—¿¡G-guerra nuclear!?
—Sí… una guerra nuclear cuyas consecuencias todavía están sobre nuestros hombros, incluso casi un siglo después. Esta guerra a parte de la obvia destrucción y casi extinción de la raza humana, generó mutaciones para los humanos que lograron sobrevivir kilómetros bajo tierra, mutaciones que alteraron las composiciones cromosómicas de las nuevas generaciones con un cromosoma individual en adición a los dos cromosomas sexuales X y Y.
—¿Asumo que entonces la N viene de nuclear?
—Correcto, formaciones cromosómicas XXN y XYN, muchos científicos a día de hoy intentan descifrar el por qué los humanos con estas mutaciones logramos sobrevivir aun con una alteración tan grande en nuestra composición genética, pero podrás imaginar que luego de un golpe tan fuerte a la humanidad, los recursos han sido limitados, incluso para los pocos que quedamos.
Toda esta información se sintió demasiado… irreal.
—¿Recuerdas que antes dije que no tenemos mucho que hacer aparte de existir? Eso es porqué, por alguna razón, nuestros cuerpos procesan la radiación que queda en la atmósfera al igual que los antiguos humanos producen vitamina D al ser expuestos al sol.
—Entonces… ¿Es como si estuvieras descontaminando los residuos de la guerra?
—Sí, aunque es un proceso muy lento, hemos estado realizándolo por unos 50 años, tiempo en el cual hemos podido limpiar muchos lugares del mundo con nuestra presencia, viajamos de región en región cuando el lugar que estábamos limpiando ha sido descontaminado. En adición a eso, investigamos diferentes métodos para acelerar este proceso.
Creo que comencé a comprender algo.
—Aunque tristemente no nos podemos mezclar con los antiguos humanos, ya que llevamos este ‘remanente’ radioactivo a donde quiera que vayamos, es como un campo invisible que nos rodea y se vuelve más fuerte y grande mientras más absorbemos dado que siempre estamos absorbiendo más de esta energía de la que nuestro cuerpo puede procesar, por suerte no nos hace daño a nosotros, simplemente la vamos procesando muy despacio.
—Oh… ¿Entonces si un humano se acercara a ti…?
Felicia asintió.
—En un radio de unos 8 kilómetros a mi alrededor esa persona comenzaría a presentar dolores de cabeza, enfermedades a largo plazo… la dosis letal de radiación para un humano era de unos 7 o 10 Sieverts antes de la guerra, actualmente gracias al incremento de la radiación en la atmósfera general, este número subió hasta los 15 Sieverts; justo junto a mí, la dosis de radiación rodea los 50,000,000 Sieverts por minuto… aunque no es un número exacto, tengo mis propios métodos para decir que es un aproximado a ese número.
Me perturbó de sobremanera la naturalidad con la que dijo cosas tan horribles sobre sí misma, como si no le importara su naturaleza fatal, literalmente cualquier persona moriría de una forma horrible siquiera antes de ser capaz de acercarse a ella lo suficiente para hablar.
—Yo… em…
Felicia suspiró, viéndome con una sonrisa.
—No te sientas triste por mí, llevo 28 años siendo quien soy y ahora me siento mejor que nunca pues tengo a alguien con quien hablar, por fortuna han hecho aparatos lo suficientemente resistentes como para que no se descompongan al estar en mis manos~
Y su expresión volvió a cambiar, esta vez por una sonrisa más pícara en todo su esplendor en la gigante pantalla.
—Así que ya sabes suficiente de mí, ¿Verdad?
—C-creo que más de lo que debería.
—Jajajajajaja, ¡Sabía que te asustaría!
—¡No me asustas! Pero… es una situación horrible…
—Aaagh, ya te dije que no importa… lo que ocurrió ya está en el pasado, actualmente estoy feliz de poder hablar contigo, así que, si te sientes triste por mí, ¡Mejor concéntrate en no dejar que me sienta sola!
Su risa es contagiosa, a pesar de haber aprendido acerca de una horrible realidad, aquí estoy, un par de minutos después, riendo junto a Felicia… sí, su risa es contagiosa.
¿Este es el mundo en el que vivo? Un mundo tóxico y arrasado por la guerra… pero eso no importa, lo que importa es que estoy justo aquí en este momento exacto, existiendo, ya sea como un humano o algo que no lo es, Felicia es capaz de sonreír a pesar de vivir en un cuerpo mortal para otros… así que supongo que si mi misión en este mundo es existir para darle algo de color a los grises colores en la vida de alguien que intenta salvar este mundo diariamente…
Supongo que, en ese caso, aunque tanto mi existencia como mi identidad sean inciertas, no importa, mientras pueda brindarle una risa al día a ella…
Mientras Felicia seguía riendo, simplemente vi su rostro sonriente y sonreí.
Puedo reiterarlo con seguridad; su risa es contagiosa.