Dos gigantes adolescentes versus un hombre maduro by pajo juanes
Summary:

¡Historia en español! Se que no es muy común por aquí, asi que espero encontrar lectores que les agrade el relato. 


Categories: Giantess Characters: None
Growth: Amazon (7 ft. to 15 ft.)
Shrink: None
Size Roles: FF/f, FF/m
Warnings: Following story may contain inappropriate material for certain audiences
Challenges: None
Series: None
Chapters: 3 Completed: No Word count: 3920 Read: 8412 Published: April 02 2019 Updated: April 07 2019
Story Notes:

Esta es la historia de un encuentro entre dos adolescentes gigantes con un hombre maduro. En este mundo hay gigantes, viven en determinados países. No es una historia de crecimiento. Las chicas han nacido gigantes. Están de excursión por un país de sudamerica, donde la gente es de tamaño normal. Diviertase !

1. El lago by pajo juanes

2. El escape by pajo juanes

3. Otro intento de escape by pajo juanes

El lago by pajo juanes

En un lago escondido entre las montañas, millas alejado de la civilizacion,
Isaac, 39 años de edad, 5 feet 7 inches, 154lbs, descendiente de indios americanos, descansa en la orilla, sentado y con su caña de pescar. Isaac es un aventurero de mil excursiones. Es listo, ágil, sabe como rastrear huellas de animales, conoce el clima con solo mirar el cielo, y puede predecirlo. Conoce los peligros del bosque y la llanura. Es una persona inteligente y astuta. Un cazador. Solo habla español. Su esposa Cristina lo espera en la tienda de acampe. Cristina, 32 años de edad, 5´1´´feet, 135lbs, de raza blanca. Ella es valiente, aunque algo dependiente de Isaac en casi todo. Ella admira a su esposo. Está un poco rellenita, pero es ágil y rápida, con gran flexibilidad debido a su entrenamiento de yoga en su juventud . Ella también habla solo español.

15.00HS 

No hay otra persona en millas a la redonda.
Dos chicas adolescentes se aproximan a Isaac. Isaac no puede verlas hasta que es demasiado tarde.Anna tiene 18 años de edad y una altura de 13'2'' feet, con un peso de 1750lbs. Es una típica rubia de estrato social alto, de esas chicas populares en la escuela. Es turista en este lado del mundo junto a una amiga, Ingrid.Ingrid es aún más grande que Anna. Pesa 2030lbs y tiene una altura de 15´5´´feet. Tiene tambien 18 años y es pelirroja.
Al ver al hombre sentado en la orilla deciden divertirse con él.
Isaac levanta el ala de su sombrero y apenas puede creer lo que está viendo. La sombra de dos hembras monumentales lo están cubriendo por completo. Había escuchado hablar de gigantes que vivían en el Norte, pero nunca había visto a uno. Mucho menos tan de cerca.Las niñas intentan entablar una conversación con el hombre, pero el idioma es una barrera. Ellas no hablan español y él no habla una palabra de ingles. Pero las chicas pueden ver lo asustado que está y eso las divierte.
Isaac está sin palabras, aterrorizado ante el tamaño impresionante de estas adolescentes bellísimas, pero intenta disimularlo lo más que puede. Son gigantas de muy corta edad, él puede notar, menores de veinte años seguramente. 
Las niñas continuan haciendole algunas preguntas, pero se dan cuenta de que Isaac no puede entenderlas. Entonces comienzan a hablar entre ellas más libremente sobre lo pequeño que és el hombrecito allí. Comienzan a reir. Esto pone muy incómodo a Isaac, que aún está con la caña de pescar en manos.
Ingrid se sienta al lado de Isaac. Lo invita a que le preste su caña. Isaac mira esos muslos y cada nueva perspectiva lo atemoriza más. Las piernas son como árboles, son enormes y se ven tonificadas. Isaac intenta ser cauteloso sobre no mirar demasiado a las niñas, pero no puede evitarlo. Sus brazos son extremidades con un poder que él no se anima a medir, está realmente asustado ahora.
Ingrid toma la caña de pescar en la mano de Isaac mirandolo a los ojos con una sonrisa. Isaac esta tan consternado que apenas se da cuenta de lo que ella quiere. Cuando por fin suelta la caña y puede verla en las manos de la pelirroja gigante, tiene un nivel de comparación mas certero, la caña de pescar parece un juguete en manos de Ingrid. Isaac nota que ella la podría partir como un escarbadientes con esas manos tan grandes. 
Anna está ahora levantando la heladera portatil de Isaac. Al abrirla puede ver unas latas de cerveza y mete su mano para sacar una. Isaac puede ver todos los movimientos irreales de estas hembras gigantescas, pero le cuesta procesarlos mentalmente. Está abrumado con el tamaño de ellas. 
La lata de cerveza en la mano de Anna es ridícula, una miniatura. Con cuidado, la gigante rubia utiliza sus uñas para destapar el pequeño contenedor, y de un sorbo se bebe todo el contenido.Isaac la mira atónito, sin darse cuenta de que su boca está abierta de par en par, con los ojos fijos en la belleza rubia que acaba de tomar su cerveza sin pedirsela siquiera.
Anna ofrece una lata a Ingrid, pero la pelirroja no la desea. Ella esta ahora mas intrigada con la caña de pescar. Nunca había tenido una tan pequeña en sus manos.Las gigantas siguen hablando entre ellas como si Isaac no existiera, revisando sus pertenencias como si el hombre que por edad podría ser  su padre no estuviera allí. Anna se inclina sentandose en sus rodillas y levanta el bolso de campamento del hombre.
Isaac no puede hacer nada. Está paralizado por el temor. Cada movimiento de las niñas le produce un respingo, el corazón latiendo fuertemente en su pecho. Ni siquiera asoma a decir una protesta. Aunque lo pudieran entender, no serviría de nada intentar frenar de alguna manera el comportamiento inusual y descarado de las gigantas. Isaac las mira como si fueran animales gigantes, hurgando en sus cosas, emitiendo sonidos que desconoce, deseando que por fin se aburran de él y decidan irse. Pero ellas tienen la tarde libre, y sus vacaciones terminan hoy. Mañana estarán muy lejos de aquí, y hoy quieren divertirse con el pequeño especímen que encontraron.
Ingrid mueve uno de sus brazos y saca de la cabeza de Isaac el sombrero que lo estaba protegiendo del sol abrasador.  Ella lo examina minuciosamente, por dentro y por fuera, se lo muestra a Anna y las dos intercambian algunas palabras mientras ríen. Isaac se siente terriblemente humillado ahora. Su cabeza da vueltas intentando explicarse de donde salieron, que hacen aquí, tan lejos de todo, en un un lugar donde él solo vino a buscar paz y tranquilidad. En lugar de eso, ahora está siendo burlado por dos niñas adolescentes a las que teme terriblemente, con un temor primario, el temor de saber que ellas podrían hacer lo que quisieran con él, y él realmente no podría hacer nada para evitarlo.
Ingrid, la giganta pelirroja, se pone de pie y comienza a quitarse la ropa, hasta quedar expuesta en un bikini negro.Esta vez Isaac no tiene ningun reparo en observar. No puede dejar de mirar el cuerpo tonificado de Ingrid. En un momento Isaac pensó que ella era algo gordita. Pero al verla ahora en bikini, puede notar lo poderoso que es el cuerpo de ella en realidad. Ella es fuerte y gruesa, y firme y tonificada. Una pelirroja hermosa que sin duda practicaba algún deporte donde tenía que levantar peso. Se la veía muy fuerte, y lo era. Anna hizo lo mismo, y quedó vestida con un bikini rojo, mostrando su cuerpo más atlético que el de Ingrid. Isaac puede notar que la rubia es bastante más pequeña que la pelirroja, si es que se le puede decir pequeño a una torre rubia de 13´2´´feet. 
Entonces ocurrió algo que a pesar del maleducado comportamiento de las gigantas, Isaac no esperaba. No lo esperaba realmente.Mientras las niñas hablaban entre ellas y reían, Isaac continuó sentado ahora sin hacer nada. Estaba allí, con su mente en otro lado, pensando en su esposa que lo estaba esperando en la tienda, y en como prevenirla de lo que estaba sucediendo.Anna dirige su atención al hombrecito sentado abajo de ellas. Con gestos le pide que él se ponga de pie. Isaac advierte que la giganta rubia intenta comunicarle algo pero se siente algo desorientado al respecto.Ingrid es algo más directa. Inclina su gran masa y estirando uno de sus brazos enormes agarra la parte trasera de la chaqueta de pescador que viste Isaac y sin esfuerzo levanta al hombrecito desde donde está sentado hasta ponerlo de pie.Isaac siente algo inexplicable, cuando esa fuerza imparable lo arrastra del suelo. Ahora tiene una idea mas clara de la fuerza que poseen las niñas. Podría haberlo imaginado, sin dudas, pero en la práctica fue algo más aterrador.Anna continuaba pidiendole que hiciera algo. Isaac entendió ahora. Ellas quieren que el tambien se quite la ropa. Isaac se siente desolado. Esto va más alla de simple curiosidad de adolescentes. Teme por su seguridad realmente ahora. Esta nueva faceta de la personalidad de las gigantas lo asusta aún peor de lo que estaba. Ahora está seguro de que tendá que escapar de allí, porque ellas no solo no se irán, sino que tienen otros planes para él.

El escape by pajo juanes


16:00HS
Isaac decide que no tiene otra chance más que escapar de allí. Las niñas se están poniendo plenamente juguetonas y a su tamaño los juegos podrían ser muy bruscos para él. Isaac es un hombre entrenado, ha practicado deportes toda su vida y se encuentra en muy buena condición física. Mirando a su alrededor, presume que si llega a la línea de árboles que está a unos trescientos metros de la orilla del lago, podría perderse entre los matorrales. Sabe que es una carrera larga, pero tiene mucha fé en él mismo. Ingrid siente mucho calor y quiere ir a nadar. Habla con Anna despreocupadamente. Anna quiere divertirse con Isaac. Quiere meterse con él en el agua y jugar algunos juegos divertidos.
Isaac decide que éste es el momento oportuno. Las gigantas están distraídas hablando entre si, sin prestarle atención. Sus años de entrenamiento en carreras de media distancia le serían útiles. Ya estaba a punto de cumplir sus cuarenta años, pero sentía la vitalidad de un muchacho de veinte. Y ahora era el momento de poner a prueba su velocidad y resistencia. 
Isaac da una última mirada de reconocimiento a la línea de árboles por donde intentará escapar. Sus agudos ojos de cazador ven más alla que los de cualquier hombre inexperto. Hay un sendero atrás de los sauces, en línea recta desde donde está él. Si puede llegar hasta allí, se perderá entre el bosque que conoce como la palma de su mano. Buscando resquicios pequeños por donde se le dificulte entrar a las niñas. Si es que estas deciden seguirle. Ni siquiera está muy seguro de eso. Quizás solo estén jugando con él y cuando lo vean a cierta distancia pierdan interés y simplemente lo dejen ir. 
Isaac sintió pena por las cosas que dejaría allí. No tendría tiempo para recoger nada. Ni siquiera la caña de pescar que le había regalado su padre.
Isaac siente que los músculos de sus piernas se contraen para emprender la carrera. 
Mira a las adolescentes para asegurarse que no lo están mirando a él. Ellas están hablando entre si y riendo divertidas. Dios, son enormes realmente.
Ingrid y Anna ni siquiera advierten cuando Isaac sale disparado de su lugar como el rayo, corriendo a toda la velocidad que le dan sus piernas, en una carrera frenética hacia la línea de árboles.
No tardan demasiado en darse cuenta de que el hombrecito va escapando hacia el bosque.
Para Isaac es la carrera de su vida, realmente dandolo todo, controlando su respiración para maximizar la potencia de sus piernas bien entrenadas, pero para las niñas que lo observan ahora, la perspectiva es totalmente diferente.
Ingrid advierte a Anna, tocandole el hombro, y señalando al hombre que huye a toda velocidad.Ni siquiera se ven preocupadas, más bien algo aburridas. Lo dejan que que escape unos metros más.Las niñas discuten divertidas sobre quien debería ir a traerlo. Finalmente Anna es la que comienza a correr detrás de el. Cuando la giganta rubia se pone en movimiento, cada una de sus zancadas descomunales va acortando dramáticamente la distancia entre ella y el hombre.
Isaac advierte ahora que una de las niñas ha salido en su persecución y de alguna manera saca fuerzas de donde no tiene para redoblar sus esfuerzos dandole a su carrera una velocidad más.
Anna ni siquiera se da cuenta de eso. En realidad Isaac nunca tuvo una chance de escapar. Anna ya está muy cerca de él. Isaac siente el piso temblando por las pisadas de la giganta en movimiento. Todavía falta la mitad del camino para llegar al bosque. 
Isaac decide no mirar atrás. Fija sus ojos en la línea de árboles y corre tan rápido que siente que sus pulmones van a estallar por el esfuerzo.
Ingrid se está metiendo al agua ahora. Siente mucho calor. El sol es abrasador en esta hora del día. 
Faltando mas de cien metros para llegar al bosque, Isaac siente el retumbo de las pisadas de Anna que ya está encima de él. Ya no controla su respiración. Está jadeando como un perro cuando la gran mano de Anna lo toma por el cuello desde la parte de atrás.
Isaac no tuvo ninguna chance de escapar. Es atrapado rápidamente.
Anna levanta al hombrecito por el cuello, sus pies en el aire todo el camino de vuelta hacia el lago. Ni siquiera se molesta en mirarlo a la cara, lo trae cargando como una bolsa de huesos, sujetandolo firmemente por el cuello. 
Isaac patalea descontroladamente en el agarre. La mano de Anna le impide respirar normalmente y y debido al esfuerzo se agita hasta no poder más, jadeando como un animal, colgando de la mano de la giganta adolescente, tratando de liberarse.
Cada metro hasta el lago es una tortura para el hombre que apenas puede respirar en el poderoso agarre de la mano de la niña.
Cuando llegan al agua Anna lo arroja como si no pesara nada, varios metros dentro del lago. 
Ingrid ríe divertida. Ella se acerca al hombre flotando en el agua. Anna está en el agua ahora también. Las niñas gigantes deciden tener un poco de diversión con él. Ellas lo desvisten, quitan sin demasiado cuidado las ropas mojadas de Isaac. Isaac intenta respirar. Cuando puede. Cuando las niñas lo dejan. Él está a punto de ahogarse muchas veces.
Los juegos en el agua son muy duros para el hombre, pequeño en comparación con las gigantas . Además de la diferencia abrumadora de tamaño, las niñas tienen la energía típica de las adolescentes, juegan con su pequeño cuerpo sin descanso. La condición física de las enormes hembras es muy superior a la de Isaac y se lo hacen notar en cada momento. 
Ingrid lo lanza en el aire, como una pelota, Isaac vuela para caer nuevamente en las profundidades, intenta respirar, cuando otras manos lo toman nuevamente y lo vuelven a lanzar en el aire, entre risas y palabras que no entiende. Las adolescentes se mueven como peces en el agua. Isaac puede ver que ahora están en el medio del lago, jugando con él. 
Después de un tiempo, las niñas deciden descasar un poco en el agua. Anna arrastra a Isaac del brazo. Isaac es un trapo ahora. Ha dejado todas sus fuerzas intentando ponerse al día con los juegos bruscos de las gigantas.
Llegan hasta una parte del lago donde el agua llega hasta la cintura de las niñas. Isaac aún no puede hacer pie en el fondo. Anna suelta el brazo de Isaac y lo mira divertida, riendo con Ingrid. Lo dejan flotando en el agua, divertidas de que no pueda descansar todavía, el fondo está a varios pies de distancia. 

Otro intento de escape by pajo juanes

17:00HS
Isaac está exhausto. Apenas puede con su cuerpo demolido por los repetidos abusos. En contraparte las niñas tienen aún gran cantidad de energía. Lo que para Isaac es una tortura, para ellas es diversión. 
Isaac no puede seguir a flote, sus músculos se están acalambrando por el esfuerzo. En un momento intenta aferrarse a la parte inferior del bikini de Ingrid. No le parece una buena idea, pero no ve otra manera de descansar en la profundidad del agua.
Ingrid se sorprende cuando las pequeña mano se aferra como garra a su bikini. La pelirroja gigante inclina su cabeza y cruza una mirada con el antes orgulloso y digno hombre, que ahora no es más que un pajarito mojado intentando sostenerse de donde puede. No puede evitar lanzar una risita divertida. Anna ríe también. Ingrid en un movimiento, toma el antebrazo de Isaac con su mano y lo levanta en el aire, fuera del agua. Ella no lo quiere aferrado a su traje de baño. 
El repentino tirón hacia arriba fuerza el hombro de Isaac con dolor, pero no tiene voluntad para hacer absolutamente nada. Su pequeño cuerpo queda estirado, colgando como un muñeco de la mano de la pelirroja adolescente. Con otro movimiento fluido, Ingrid arroja a Isaac varios metros hacia el centro del lago y ni siquiera se molesta en mirar. Sigue hablando con Anna de otras cuestiones, distraída del pobre hombre que ahora está intentando nadar nuevamente hacia la orilla, con lo que le queda de fuerzas. ¿Es que quieren matarlo? Isaac sabe que esto ya no es un juego. Teme por su vida ahora. Está muy agotado y las niñas parecen no notarlo. O peor aún, lo están notando, pero no les importa.
Isaac nada en diagonal, intentando llegar a la orilla, por algún camino donde no tenga que toparse con las gigantas. 
Las niñas vuelven su atención al hombre en el agua ahora. Ingrid en algunos pasos está nuevamente encima de él. Isaac la ve acercandose, pero no hay mucho que pueda hacer, solo intenta llegar a tierra firme para descansar sus músculos. La gran mano de Ingrid se cierra sobre una de las pantorrillas de Isaac y lo arrastra por el agua hacia donde está su amiga rubia.
Isaac traga agua en el proceso. Está siendo remolcado a la inversa, sin cuidado por la giganta. 
Isaac siente que su cuerpo se eleva ahora. Ingrid lo está levantando del agua sostenido por una de sus piernas. Camina varios metros con el hombre colgando cabeza abajo, hablando y riendo con su amiga, mientras sostiene al hombre sin esfuerzo, como si no pesara nada.
Isaac está al borde del llanto ahora. Cada movimiento de Ingrid se siente fuerte y decidido, imparable. 
Por fin llegan a tierra firme. Isaac es arrojado sin ceremonias, bruscamente en la arena de la orilla. El pobre cae de una manera ridícula, sobre su cara y parte de su pecho, quedando todo sucio y con la arena pegada por todas partes. Isaac se toma un tiempo para recuperar su respiración. No puede ni siquiera pensar. Cansado, física y mentalmente. Nunca en sus casi cuarenta años se había sentido tan humillado. Ni tan impotente.
El cuerpo de Isaac, pequeño, insignificante, patético, es observado por las niñas. Isaac levanta su cabeza y muy por encima de él puede ver los rostros de las gigantas que se han estado burlando de él, jugando con él, abusando de él. 
Isaac siente una rabia profunda mientras se está recuperando. Quisiera tener fuerzas para darles lo que se merecen. Observando el rostro de las gigantas que lo miran curiosas y divertidas, no puede evitar notar que son hermosas. Dos mujeres jovenes vigorosas y fuertes, independientemente de su tamaño abrumador. Apenas puede contener su furia, su enojo al verlas tan despreocupadas mirándolo y hablando entre si, mientras sus estúpidas sonrisas siguen ahí. El rostro de Isaac está desencajado por la furia, las lágrimas corren por su rostro ahora. Isaac mira con un odio que nunca pensó que podía sentir. Primero a la pelirroja y luego a la rubia. Si hubiera podido matarlas con la mirada, lo hubiera hecho. Sus ojos proyectaban toda su ira. Cualquier persona hubiera sentido miedo de él en este momento. Cualquier persona, pero no unas adolescentes que lo consideran poco más que un muñeco.
Casi inocentemente, como si él no estuviera allí, las gigantas se aproximan y se acuestan una en cada lado del hombre a tomar sol. 
Isaac las mira azorado, ni siquiera puede mover un músculo cuando las dos hembras gigantescas se están acomodando tan cerca de él.
Las niñas son dos amigas tomando sol ahora con Isaac en el medio de ellas, despreocupadas totalmente.
Isaac tiene una vista privilegiada de sus cuerpos. Todavía está de rodillas con sus dos manos apoyadas en la arena, mirando a un lado y al otro. ¿Es que ellas no le temen en absoluto? ¿Ni siquiera un poco de respeto a lo que él pudiera hacerles mientras tienen los ojos cerrados?Como pueden estar tan tranquilas cuando lo han visto llorando y dispuesto a todo, un hombre enfurecido capaz de cualquier cosa. ¿a esto se había reducido ahora? ¿es asi como ellas lo veían? 
Isaac nuevamente comienza a llorar, en silencio en medio de las dos estatuas vivientes que toman sol a su lado, despreocupadas de todo, despreocupadas de su enojo y de lo que pudiera hacerles. No le temen en absoluto y ésta es una demostración de la inmensa superioridad que poseen sobre él.
Durante un buen rato las niñas descansan al sol. Isaac solo puede mirarlas y no se atreve a intentar nada. Nada de lo que pudiera hacerles supondría un daño. Pasa por su mente la idea de noquear a alguna de las chicas, pero mira la cabeza cubierta de rizos rubios, es tan enorme. Su ataque no sería más que una molestia para ella . Sus pensamientos de como escapar se esfuman apenas los va ideando, se queda sin salidas rápidamente, una idea detrás de la otra. 
Las gigantas comienzan a hablar nuevamente. Se están poniendo en movimiento. Isaac las mira y sabe de antemano que va a comenzar una nueva tortura para él.
Anna estira su cuerpo acostado en la arena perezosamente. Isaac mira esos brazos impresionantes moviendose casuales, sensualmente. El sol está calentando sus cuerpo. La enorme y hermosa rubia arquea su espalda con los brazos apoyados en la arena. Isaac no puede evitar sentirse excitado ante la belleza de la adolescente. 
Ingrid se está poniendo de pie ahora. Isaac mira hacia el otro costado y tiene una vista de la pelirroja parandose en toda su altura. Sus pantorrillas son enormes y musculosas. Isaac observa también los pies de la niña. Están tan cerca de su propio cuerpo y son tan grandes. Podría lastimarlo fácilmente con esos pies, incluso en un descuido. 
Isaac siente que su corazón comienza a latir rápidamente. No va a poder aguantar otro juego como el anterior. Su mente está ahora en un modo ciego. Y una sola idea cruza por su cabeza. Tiene que escapar, como sea. No puede seguir allí, a merced de los caprichos y los juegos de estas gigantas. 
Su respiración se agita. Está a punto de hacer cualquier cosa. Atacarlas, golpearlas, lo que sea.Las niñas están hablando entre ellas. Se ríen. Isaac sabe que están planeando algo más.Anna hace un movimiento y su brazo se dirige al cuerpo de Isaac.
Pero Isaac ya está preparado. Cuando la ve venir, por el rabillo del ojo, cierra su mano sobre la arena y con un movimiento veloz, arroja toda su carga sobre los ojos de Anna. La arena golpea la cara de la gigante rubia, sorprendiendola. 
Isaac se siente renovado por el golpe de adrenalina y ni bien arroja la arena, sale disparado hacia el bosque. Nuevamente en una carrera descontrolada. Sabiendo que ésta vez tiene que dar un plus. Su primer esfuerzo no alcanzó, pero en éste le va la vida. Ésta vez correrá como nunca lo ha hecho. Por todo lo que vale la pena.
Ingrid inclina su cabeza sorprendida por lo que acaba de pasar y ve a Isaac salir corriendo, nuevamente intentando escapar. La pelirroja se acerca para mirar a su amiga. Anna está bien. Solo molesta por la arena en su cara y en su boca.Cuando termina de limpiarse la arena de su rostro sonríe a Ingrid. 
"Es tu turno de ir a buscarlo"

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