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16:00HS
Isaac decide que no tiene otra chance más que escapar de allí. Las niñas se están poniendo plenamente juguetonas y a su tamaño los juegos podrían ser muy bruscos para él. Isaac es un hombre entrenado, ha practicado deportes toda su vida y se encuentra en muy buena condición física. Mirando a su alrededor, presume que si llega a la línea de árboles que está a unos trescientos metros de la orilla del lago, podría perderse entre los matorrales. Sabe que es una carrera larga, pero tiene mucha fé en él mismo. Ingrid siente mucho calor y quiere ir a nadar. Habla con Anna despreocupadamente. Anna quiere divertirse con Isaac. Quiere meterse con él en el agua y jugar algunos juegos divertidos.
Isaac decide que éste es el momento oportuno. Las gigantas están distraídas hablando entre si, sin prestarle atención. Sus años de entrenamiento en carreras de media distancia le serían útiles. Ya estaba a punto de cumplir sus cuarenta años, pero sentía la vitalidad de un muchacho de veinte. Y ahora era el momento de poner a prueba su velocidad y resistencia. 
Isaac da una última mirada de reconocimiento a la línea de árboles por donde intentará escapar. Sus agudos ojos de cazador ven más alla que los de cualquier hombre inexperto. Hay un sendero atrás de los sauces, en línea recta desde donde está él. Si puede llegar hasta allí, se perderá entre el bosque que conoce como la palma de su mano. Buscando resquicios pequeños por donde se le dificulte entrar a las niñas. Si es que estas deciden seguirle. Ni siquiera está muy seguro de eso. Quizás solo estén jugando con él y cuando lo vean a cierta distancia pierdan interés y simplemente lo dejen ir. 
Isaac sintió pena por las cosas que dejaría allí. No tendría tiempo para recoger nada. Ni siquiera la caña de pescar que le había regalado su padre.
Isaac siente que los músculos de sus piernas se contraen para emprender la carrera. 
Mira a las adolescentes para asegurarse que no lo están mirando a él. Ellas están hablando entre si y riendo divertidas. Dios, son enormes realmente.
Ingrid y Anna ni siquiera advierten cuando Isaac sale disparado de su lugar como el rayo, corriendo a toda la velocidad que le dan sus piernas, en una carrera frenética hacia la línea de árboles.
No tardan demasiado en darse cuenta de que el hombrecito va escapando hacia el bosque.
Para Isaac es la carrera de su vida, realmente dandolo todo, controlando su respiración para maximizar la potencia de sus piernas bien entrenadas, pero para las niñas que lo observan ahora, la perspectiva es totalmente diferente.
Ingrid advierte a Anna, tocandole el hombro, y señalando al hombre que huye a toda velocidad.Ni siquiera se ven preocupadas, más bien algo aburridas. Lo dejan que que escape unos metros más.Las niñas discuten divertidas sobre quien debería ir a traerlo. Finalmente Anna es la que comienza a correr detrás de el. Cuando la giganta rubia se pone en movimiento, cada una de sus zancadas descomunales va acortando dramáticamente la distancia entre ella y el hombre.
Isaac advierte ahora que una de las niñas ha salido en su persecución y de alguna manera saca fuerzas de donde no tiene para redoblar sus esfuerzos dandole a su carrera una velocidad más.
Anna ni siquiera se da cuenta de eso. En realidad Isaac nunca tuvo una chance de escapar. Anna ya está muy cerca de él. Isaac siente el piso temblando por las pisadas de la giganta en movimiento. Todavía falta la mitad del camino para llegar al bosque. 
Isaac decide no mirar atrás. Fija sus ojos en la línea de árboles y corre tan rápido que siente que sus pulmones van a estallar por el esfuerzo.
Ingrid se está metiendo al agua ahora. Siente mucho calor. El sol es abrasador en esta hora del día. 
Faltando mas de cien metros para llegar al bosque, Isaac siente el retumbo de las pisadas de Anna que ya está encima de él. Ya no controla su respiración. Está jadeando como un perro cuando la gran mano de Anna lo toma por el cuello desde la parte de atrás.
Isaac no tuvo ninguna chance de escapar. Es atrapado rápidamente.
Anna levanta al hombrecito por el cuello, sus pies en el aire todo el camino de vuelta hacia el lago. Ni siquiera se molesta en mirarlo a la cara, lo trae cargando como una bolsa de huesos, sujetandolo firmemente por el cuello. 
Isaac patalea descontroladamente en el agarre. La mano de Anna le impide respirar normalmente y y debido al esfuerzo se agita hasta no poder más, jadeando como un animal, colgando de la mano de la giganta adolescente, tratando de liberarse.
Cada metro hasta el lago es una tortura para el hombre que apenas puede respirar en el poderoso agarre de la mano de la niña.
Cuando llegan al agua Anna lo arroja como si no pesara nada, varios metros dentro del lago. 
Ingrid ríe divertida. Ella se acerca al hombre flotando en el agua. Anna está en el agua ahora también. Las niñas gigantes deciden tener un poco de diversión con él. Ellas lo desvisten, quitan sin demasiado cuidado las ropas mojadas de Isaac. Isaac intenta respirar. Cuando puede. Cuando las niñas lo dejan. Él está a punto de ahogarse muchas veces.
Los juegos en el agua son muy duros para el hombre, pequeño en comparación con las gigantas . Además de la diferencia abrumadora de tamaño, las niñas tienen la energía típica de las adolescentes, juegan con su pequeño cuerpo sin descanso. La condición física de las enormes hembras es muy superior a la de Isaac y se lo hacen notar en cada momento. 
Ingrid lo lanza en el aire, como una pelota, Isaac vuela para caer nuevamente en las profundidades, intenta respirar, cuando otras manos lo toman nuevamente y lo vuelven a lanzar en el aire, entre risas y palabras que no entiende. Las adolescentes se mueven como peces en el agua. Isaac puede ver que ahora están en el medio del lago, jugando con él. 
Después de un tiempo, las niñas deciden descasar un poco en el agua. Anna arrastra a Isaac del brazo. Isaac es un trapo ahora. Ha dejado todas sus fuerzas intentando ponerse al día con los juegos bruscos de las gigantas.
Llegan hasta una parte del lago donde el agua llega hasta la cintura de las niñas. Isaac aún no puede hacer pie en el fondo. Anna suelta el brazo de Isaac y lo mira divertida, riendo con Ingrid. Lo dejan flotando en el agua, divertidas de que no pueda descansar todavía, el fondo está a varios pies de distancia. 

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