- Text Size +

No sabía lo que iba a pasar, por un lado 4 de nuestras hermanas mayores se fueron para encargarse de algo, lo que fuera no lo sé aunque si me intrigaba un poco, ya que su ausencia les dejaba total libertad a estas 4 gigantas inmaduras de hacer lo que quieran con nosotros. Y por otro lado ¡¡SON DIANE Y LAS 3 IMOUTO!!  A pesar de haber sido “víctima” de las 4, sabía mejor que nadie que eran chicas sumamente impredecibles, no me hagan recordar el Twister y la transformación en bragas usadas por favor, así que lo que fuera que vallan a hacer sería algo inesperado tanto para mí como para los chicos.

- Bien niñas, me dejaron a cargo así que digo que es hora de que cenemos todos juntos.

- ¿¡Qué!? –Dijeron las 3 Imouto al mismo tiempo.

- ¿Qué tiene de malo?

- Es muy temprano todavía para comer, y aun queremos ir a nadar. –Dijo Tammy.

- Sí, no seas aburrida, Diane. –Dijo Molly.

- ¿¡Yo aburrida!? Eso nunca, comeremos después, ahora ¿por qué no vamos a la piscina temperada de la azotea?

- ¡SÍ! –Gritaron de emoción.

- Perfecto, y así no les dan calambres por nadar con el estómago lleno, valla, que responsable soy. ¿En que estaba? A si, vallan a… -Diane vio que las niñas se fueron corriendo a su habitación.

- ¡Estamos en eso…!

- Cambiarse de ropa… Bueno, al mal paso darle prisa, espérenme aquí pequeños. –Dijo Diane guiñándonos un ojo.

Los chicos nos volvimos a quedar solos, eran pocos los momentos en el día donde aprovechábamos de hablar entre nosotros, pero esta vez tardamos un poco en romper el hielo. Creo que todo lo que pudimos decirnos sobre esta situación ya lo dijimos, en especial yo, y al menos que Alfa caiga (yo no, desde luego que no) no creo que volvamos a tocar el tema. Nuestra breve charla fue más que nada por lo que se viene con estas 4 “inocentes” gigantas, y el preguntarnos a donde fueron las demás, algo que debo admitir que me está picando profundamente en la curiosidad. ¿Qué pudo ser más importante que seguir con nuestro suplicio y sumisión? Y si había algo que lo fuera ¿acaso su plan para ir a Malibu era el cumplir con eso desde un principio? Más dudas crecían con cada minuto que pasaba, pero la incertidumbre se disipó un poco cuando las 4 llegaron.

El traje de baño de las 3 niñas era prácticamente el mismo, un conjunto rojo carmesí que cubría todo su torso, como el traje de baño de las japonesas pero con un color distinto a su ya típico azul oscuro. En cambio Diane se puso un biquini anaranjado muy pequeño para su cuerpo que no dejaba nada a la imaginación, junto con una pulsera plateada en su muñeca izquierda que emanaba un resplandor cian que a estas alturas sólo puedo catalogar como mágico, sin mencionar que se había quitado las coletas, dejando su largo y sedoso cabello castaño totalmente suelto, algo que no recuerdo haber visto nunca antes, ya que siempre traía atado su cabello en sus clásicas coletas. Nuestra reacción grupal no se hizo esperar, 4 de nuestros 5 penes quedaron de piedra, al igual que la cara de Duke al ver nuestra reacción, no lo culpo por indignarse, pero espero que no nos culpe por excitarnos frente a tal despliegue de belleza, las cosas como son. Conociendo a Diane, esta no debió ser su idea, seguro las 4 quisieron que en su ausencia todo el plan siguiera en su curso, y seguro pensaron que hacer que Diane nos excitara con su hermoso y despampanante cuerpo nos mantendría a raya, y visto lo visto no las culpo.

- ¡Ok pequeños, vengan aquí, nos vamos a la piscina! –Dijo Diane emocionada, colocándonos entre sus senos firmes para que no nos cayéramos.

- ¿¡Oye, y ese atuendo, Diane!? –Respondió Duke indignado con su hermana.

- ¿Qué, esto? Es el traje de baño de Sheila, el mío sigue mojado y las chicas insistieron que tomara uno de los suyos.

Tenía razón.

- ¿Ok, pero era necesario mostrar tanto?

- ¿Acaso te molesta, hermanito, luego de todo lo que has pasado? ¿No te gusta acaso?

- ¡Claro que no, sólo míralos a ellos!

- Los veo babeando, la verdad, y creo que mayoría gana pequeño Duke, así que relájate ¿ok?

Duke no respondió y se resignó a cruzar los brazos.

- ¿De qué hablan, Diane? –Preguntó Julie.

- ¿De qué? Ah, no es nada, no te preocupes, Julie.

- Creo que hablan de cómo les gusta a los chicos su cuerpo, asquerosos. –Dijo Molly.

- ¿¡OYE, CÓMO PUEDES DECIR ALGO ASÍ!?    

- ¿Acaso estoy equivocada?

- Bueno… Vamos a la piscina.

Luego de eso las 4 subieron por las escaleras hasta la azotea, como estábamos en el último piso de las habitaciones sólo fue un piso hasta arriba, y al verlo quedé maravillado. Pensé que sería una simple piscina, pero era mucho más que eso, era una alberca enorme, dividida en varias secciones, una gigantesca al medio que colindaba a un enorme trampolín y a un tobogán de agua en sus 2 extremos laterales, por la escalera de entrada había una pequeña pileta y unas regaderas para que quien quisiera nadar se limpiara el cuerpo primero, y al fondo había una separación para un área llena de burbujas, generadas no por jabón sino por las corrientes de aire que eran lanzadas a gran velocidad desde los laterales de la piscina. Desde luego hay que mencionar que el agua era de un color celeste brillante, debido a las luces fluorescentes de al fondo. Afuera había una zona separada con varios jacuzzis, con unos 5 grandes y varios más para una sola persona. También estaba lleno de reposeras de playa, todas vacías ya que no había nadie en aquel paraíso vacacional por alguna razón. No me olvidaré de mencionar que todo el lugar estaba cubierto por una cúpula semi-transparente que dejaba ver un poco la ciudad y la playa de Malibu. Las 4 dejaron sus toallas en 4 reposeras cerca de uno de los bordes de la cúpula, donde por un segundo pude ver que abajo en la playa había una enorme fiesta con música y todo, seguro por eso aquí no hay nadie.

- ¡Ok, cada una tome a un peque y métase al agua!

- Espera, son 5.

- ¿Y que tiene?

- Nosotras somos 4, una va a tener a 2 sí o sí.

- Comprendo, ¿pero y si nos turnamos entre todas?

- Puede ser, ¿pero como decidimos quien se queda con quién?

- Mmm…

Diane pensó un poco y dirigió su mirada hacia el tobogán, y luego se dirigió hasta la cima del mismo subiendo la escalera. Nos sacó de su escote y nos preparó para la experiencia más extrema de nuestras pequeñas vidas.

- Ok chicos, ahora van a bajar por el tobogán, las 4 estaremos esperándolos y serán de quien los atrape ¿ok? Bueno, listos o no allá van. –Dijo Diane antes de lanzarnos a la corriente de agua del tobogán, para luego hacer un clavado hasta la piscina, donde tocó el agua en un segundo.

A nosotros nos tomaría más tiempo, ya que si de por si el tobogán era inmenso, imagínense a nuestro tamaño. La corriente de agua nos movía como si estuviéramos cayendo por una cascada o ahogándonos en unos rápidos, era algo abrumador y un poco doloroso he de admitir, pero nada en comparación a cuando estábamos por llegar al final del tobogán, donde vimos a las 4 gigantas ahí nadando frente a la salida, esperando a sus pequeñas presas, que desde luego éramos nosotros. Al caer nuestros cuerpos azotaron el agua con tanta fuerza que nos pusimos rojos, no sé si hubiéramos podido sobrevivir sin el hechizo que Ally nos puso antes de venir aquí, pero de que dolía uff, sí que dolía.

Abrí los ojos bajo el agua y vi como mis amigos nadaban como locos para huir de la giganta que los perseguía, y para mi desgracia quien me tenía en la mira era la temible Molly. Traté de nadar de espaldas pero fue en vano, ella terminó por atraparme, aunque no con sus manos, ya que antes de llegar a mi abrió la boca cual tiburón y la cerró después de que haya entrado. A diferencia de otras bocas gigantes que he experimentado, esta estaba repleta de agua recién tragada, por lo que estaba flotando en sus fauces, pero había un problema ¡NO HABÍA AIRE! Era cuestión de tiempo para que no pudiera seguir aguantando la respiración y me ahogara dentro de la boca de Molly, por lo que sólo podía tratar de salir como sea. Nadé hasta el interior de su mejilla y empecé a golpearla desesperado, aunque muy lento debido a estas sumergido bajo el agua, ella no parecía reaccionar, y eso sólo me desesperó más. Lloré un poco pero desde luego el agua se llevó mis lágrimas muy lejos de mí, tanto como mis esperanzas en ese momento. Cuando no tenía más fuerzas dejé de golpear, aceptando mi fin y los pocos segundos que me quedaban… Pero algo pasó.

La boca de Molly se inclinó para arriba y sentí como el agua salía de su boca en forma de chorro, me había escupido. Por un segundo me encontré flotando en el aire, desesperado por la caída libre, y más aún cuando vi que Molly estaba abajo con su boca abierta otra vez esperando mi caída. Como pude me incliné hacia un costado, cayendo al lado de su cabeza. No titubeé y empecé a nadar lejos de ella, aprovechando mi ventaja momentánea, y nadando lo más rápido posible hasta que volviera a perseguirme. Vi que Julie estaba cerca y nadé hacia ella, tratando de evitar más tormentos con Molly, y ella alcanzó a verme, por lo que nadó emocionada hacia mí, agarrándome entre sus manos antes de que su amiga rubia pudiera atraparme. Dentro de sus manos vi que estaba Sonic, y ella no dudó en lanzárselo a Molly a modo de intercambio de peques. Me sentía mal porque Sonic es quien más la ha sufrido con ella, pero ya no había nada que hacer.

Julie me puso en su nuca y nadó hasta la zona de las corrientes, luego al llegar me soltó para que empezara su juego.

- Bien hermanito, veamos quien puede aguantar más la respiración bajo en agua, quien llegue más lejos gana.

Mi hermanita puso su palma sobre mí y me sumergió bajo el agua, al mismo tiempo que ella se sumergía. Por lo general yo aguantaría mucho más que ella, pero en ese momento mis pulmones estaban agotados debido a mi encuentro bucal con Molly, sin mencionar que las corrientes me devolvían a la superficie, ¿ella sabía eso y por lo mismo nadó hasta aquí? Como sea perdí, y segundos después ella emergió del agua cual Willy para reclamarme.

- ¡Gané! ¡Y cada vez que eso pase, te daré un abrazo especial!

Julie me tomó con una mano y me presionó contra su pecho, dándome un súper abrazo bastante apretado, para luego soltarme y empezar con su siguiente juego: las atrapadas. Era simple, yo nadaba, ella me perseguía, eventualmente me atrapaba y me presionaba contra otra parte de su cuerpo, y así fue como pasé por sus mejillas, sus labios, los axilas, su trasero, sus muslos, sus pies y otras partes que no quiero acordarme, prácticamente recorrí todo su cuerpo a punta de abrazos como por una hora hasta que oí algo de Diane que me alivió muchísimo.

- Ok pequeñas, ya va siendo hora de que nos vallamos… ¡PERO PRIMERO PROBEMOS LOS JACUZZIS!

Era irónico que mi emoción se desvaneciera en una sola frase segundos después de llegas de golpe. Las 4 salieron de la piscina en dirección a los jacuzzis, donde seguirían sus “juegos” mientras yo me preguntaba: ¿esto llegaría en algún momento a su fin?...

You must login (register) to review.