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Desperté luego de una agradable noche de sueño, la mejor que había tenido en mucho tiempo de hecho. Poco después vi la tierna cara de Jane asomarse por el borde de la bota.

- Buenos días, hermanito. ¿Dormiste bien? Jijijiji.

- Buenos días hermana… Pues sí, no te mentiré, dormí mejor de lo que esperaba.

- Me alegra oírlo, estoy feliz de que al fin te gusten mis pies, pero es hora de desayunar, después de todo hoy te toca tu última giganta.

Dicho eso ella me sacó de su bota, me dio un beso mí me senté en su palma mientras bajábamos a desayunar con el resto de las chicas. Ella se veía muy feliz, más de lo que nunca la había visto de hecho, y no dudé en mencionarlo.

- ¿Jane?

- Si, ¿qué pasa?

- Bueno, es que noté que te ves muy alegre hoy.

- Pues si… No lo había pensado pero creo que al fin me siento verdaderamente feliz, creo que al fin me liberaste, de nuevo muchas gracias.

- ¿Eso significa que dejarás de ser mala conmigo?

- Eso creo, pero no te confundas, aun me gusta jugar rudo jejeje.

- Bueno, me alegra ir que estás bien.

- Más te alegra con quien te toca pasar el día hoy, jijiji.

- ¡¿Cómo?!

- No te hagas, todos en la faz de la tierra saben que estás enamorado de Sheila, no tienes que mantener ese secreto conmigo.

- Bueno… Sí, la amo. Pero nunca se lo he dicho… ¿Ella ha dicho algo de mí?

- Me temo que esa es información clasificada, jijiji.

- ¡Oye! Eso lo digo yo. ¿Me has escuchado rolear?

- Claro que sí, siempre ustedes 5 son tan exagerados cuando juegan. Por cierto, ponerte con Sheila este día no fue un accidente, los 5 están emparejados hoy con quienes pensamos que quieren, es más que obvio que Sonic quiere estar conmigo, ¿verdad?

- Me temo que esa es información clasificada.

Ambos reímos, me sentía genial con ella, éramos al fin los hermanos que siempre quise que fuéramos, pero no negaré que tenía razón, estaba muy emocionado porque hoy me tocara estar con mi amada Sheila. Cuando bajamos noté que las 5 estaban empezando a comer sus tazones de cereal, y mis amigos estaban a un lado comiendo sólo una hojuela, que en nuestro tamaño era más que suficiente… Pero no vi a Sheila. Jane también lo notó y no dudó en preguntar lo que yo con muchas ganas quería saber:

- ¿A dónde se fue Sheila?

- ¿Ah? Dijo que regresaría a buscar algo a su casa y volvería en un par de horas.

¿¡UN PAR DE HORAS!? Ya había esperado toda una vida para esto, pero tener que esperar más no estaba en mis planes, a lo que Ally procedió a intervenir. Hizo aparecer la ruleta en su posición final y siguió:

 

 

- Eso me recuerde que hoy es el último día de esta cosa, y si me preguntan no pensé que llegaríamos tan lejos, así que te felicito Jazz por resistir tanto, pero te aseguro que de hoy no pasas sin someterte a nosotras. –Dijo Ally viéndome con su legendaria mirada “traviesa” (ya no malvada, ahora tengo todo en perspectiva).

- Pero Sheila no está ahora, ¿Quién cuidará del pequeño Jazz hasta que regrese?

- No tengo problemas en hacerlo yo, después de todo no tuve al pequeño por mucho tiempo, y eso que fui la primera en tenerlo. Gracias por preocuparte Diane, puedes jugar con el pequeño Kidomaru mientras tanto.

Miré a mi hermana mayor, con algo de pena por dejarla, y por Ally, pero ella fue firme pero justa.

- Así son las cosas hermanito. –Dijo, pasándome a las manos de Ally.

En ese momento escuché a alguien bajar por las escaleras, vi que era Molly, vestía la parte de arriba de un pijama amarillo con negro, llevando unas bragas culposamente familiares y, para mi sorpresa, estaba sola, sin Julie ni Tammy acompañándola.

- Buenos días Molly, ¿y las otras? – Preguntó mi hermana.

- Siguen durmiendo, pero yo me desperté antes y escuché que el pequeño Jazz está libre esta mañana. ¡QUIERO JUGAR CON ÉL!

- Oye oye, más despacio pequeña. Jazz es mío hasta que Sheila regrese y lo reclame para ella por el resto del día.

- ¡Escúchame albina! ¡Yo siempre obtengo lo que quiero, y vas a darme a Jazz en este instante!

- ¿¡Cómo me llamaste, mocosa!?

La tensión se sentía en el aire, las chicas no sabían que pasaría pero yo sí, Molly era una bruja en secreto al igual que Ally (aunque eso las pequeñas lo sabías), y tenía el presentimiento de que si esta discusión seguía, se libraría una batalla mágica sin cuartel, así que debido a la información que tenía decidí intervenir con lo primero que se me ocurrió.

- ¡ALLY, MOLLY, ALTO! ¿Qué tal si me comparten? Yo puedo jugar con ambas, en serio.

Todas me miraron extrañadas, mis amigos incluidos, hasta yo lo habría hecho, ¿en qué diablos estaba pensando?

- Mmm no lo sé, Molly es muy pequeña…

- Confía en mí, Diosa Ally, la conozco, es más divertida e interesante de lo que parece. –Dije, mientras lo pensaba un poco.

- ¿Tu que dices, niña?

- Por mi está bien, mientras no lo acapares para ti sola.

- Bueno, eso lo decide, ¿quieres algo de comer, Molly?

- No, estoy bien, sólo quiero jugar con el ahora.

- Igual yo, chicas nos vemos después, avísenme cuando Sheila haya llegado.

Luego de eso Ally y Molly subieron conmigo al segundo piso. Entraron al cuarto de mis padres y Ally se percató de la escalera de caracol que llevaba a su “estudio”. Entonces como medio para limpiar su propia conciencia (creo) dijo:

- Molly, ¿sabes cómo vienen los bebés al mundo?

- ¿Cuántos años crees que tengo, 5000? Pronto cumpliré 8000, claro que se. ¿Te cuento la del misionero, la del perrito, el 69, anal, rusa, beso del payaso o BDSM?

- Sólo quería asegurarme, sube, creo que esto te gustará.

Ambas subieron y entraron al infame “estudio” de mis padres, y lo seguiré diciendo así porque si digo calabozo sexual me vendrán imágenes horribles a la cabeza y es lo que menos quiero, en especial luego de que tendré que ser el juguete de unas de las 2 chicas más crueles que conozco, y ambas con poder ilimitado. Se acercaron a la cama, la cual estaba des tendida y algo “sucia” luego del revolcón de Jane y Kanna, por lo que Ally con un chasquido de dedos limpió con su magia, para luego sentare ahí con Molly y dejarme en el suelo.

- Ok niña, ahí lo tienes, ¿qué vas a hacer con él?

- Bueno, podría seguir el juego que tuvimos la otra noche cuando escapó.

- ¿Y qué era eso?

- Es que… No es que deba decirlo, es secreto… Aparte no sé cómo lo vas a tomar.

- ¿Y ahora de qué estás hablando? Sólo dilo, vamos.

Hubo un incómodo silencio, demasiado incómodo. Parecía que Molly quería revelar sus poderes con Ally, pero creo que no conocía a otras brujas, por lo que me contó lo que sabe de magia lo aprendió de libros en casa. Luego de ver que hasta Jane tenía un lado sensible, me conmoví un poco al ver a Molly, ya que aunque sea la niña más cruel del planeta, aún era una niña, y como toda niña debe estar llena de inseguridades y preguntas en su mente todo el tiempo. No sé si me correspondía, pero pensé que sería lo mejor hablar ahora para sacarle ese peso de encima a Molly… Ese fue uno de los errores más grandes de toda mi vida.

- Molly es bruja.

- ¡¡¡QUÉ!!! –Gritó Ally mientras la rubia de 7000 años me miraba impactada y algo enojada.

- ¡ESE ERA UN SECRETO, AHORA MUERE, BASURA!

Acto seguido Molly bajó su pie sobre mí, y me vi impactado por la enorme suela de la niña cubierta en una de sus medias negras, mientras presionaba mi cuerpo con la intención de aplastarme.

- ¡Espera, Molly! ¡Eso es increíble, me encanta!

- ¿¡En serio!?

Molly se emocionó de más y me presionó hasta aplastarme. Debo decir que de todas mis muertes, morir bajo el pie de una niña de 7000 años fue la más humillante de todas, y eso que antes morí como juguete sexual de Kanna. Desperté en la bota de mi hermana al igual que antes, y ella volvió a saludarme. Ambos volvimos a bajar al primer piso y todas estaban comiendo menos Sheila. Supongo que ella se fue antes de que Ally despertara he hiciera el nuevo punto de guardado. Luego bajó Molly y ambas se vieron sin decir nada, sólo Ally me pidió de vuelta y los 3 subimos nuevamente al “estudio” del tercer piso, donde volvió a limpiar la cama, ambas se sentaron y me dejaron en el suelo nuevamente.

- ¿En qué estábamos? ¡A sí! Jazz dijo que eras una bruja y lo pisaste hasta la muerte.

- ¿Me estás regañando?

- Para nada, simplemente me sorprendió saber que eras bruja y que mataste a alguien sin pensar, eres cruel niña.

- Gracias… ¿En serio te alegra que sea bruja?

- ¡Claro que sí! Te seré honesta, no conozco a ninguna bruja en este pueblo, las que hay deben estar bien escondidas como nosotras, y la verdad no tengo ninguna amiga bruja, ni siquiera cuando voy a la academia.

- ¿¡WOW, FUISTE A LA ACADEMIA!?

- Me gradué de la academia, la de Londres. –Dijo Ally guiñándole un ojo a Molly.

- Eso es genial, yo no podré ir hasta dentro de más de 2 años cuando cumpla 10000.

- Bueno… Como una graduada con honores podría mover algunos hilos para que te acepten un poco antes, qué tal ir, digamos, ¿el año que viene?

- ¿¡EN SERIO!? ¡WOW! ¡¡¡GRACIAS, ALLY!!!

- No es nada, hago lo que sea con tal de hacer felices a mis amigas.

La escena era enternecedora. Ya sabía de la personalidad caritativa de Ally, pero verla en persona me hizo empezar a verla con otros ojos, y también el ver a Molly tan feliz llenaba mi corazón de ternura. Pero aquella alegría terminaría cuando ambas se dieran cuenta de que yo seguía aquí.

- Oye, creo que nos olvidamos de algo importante.

 - Es cierto, Molly, dime, ¿cómo jugaste con él?

- ¿Y si te lo enseño?

En eso Molly aplicó un hechizo sobre mí, uno que ya conocía y que no me gustaba para nada. Mi vista se nubló por unos segundos y luego cambió para ver algo culposamente familiar, ya que nuevamente era las pantis de Molly.

- ¿Dónde está el pequeño?

- Aquí, mira.

Molly se dio la vuelta y pude ver, a parte de su trasero por un lado, la cara sorprendida de Ally al otro, gracias a mi visión mágica de 360 grados.

- Genial, ¿hechizo de fusión?

- Si, aun no domino los de transformación.

- Yo te enseño después si quieres. Y, ¿Cuánto tiempo puedes mantenerlo así?

- 2 minutos más o menos, aunque también he practicado mucho con calcetines, con esos pueden ser de 15 a 20 minutos.

- Ya veo, entonces haz que el poco tiempo valga la pena.

- Descuida, lo haré.

Luego de eso oí el preámbulo de una de mis peores pesadillas salir de dentro del ano de Molly, ya que se venía una avalancha fétida encima de mi otra vez, y ahora no tenía más alternativa que respirarla todo el rato al ser su braga, y peor aún, directamente de la fuente, algo que luego de que pasara pareció que a ambas les dio mucha risa, ya que se rieron de mí. Al poco rato volví a aparecer en el piso, algo mareado luego de haberme sentido como judío en cámara de gas (¿qué, fue muy negro? Traten de sobrevivir a 2 chicas como estas, expulso mi dolor a través del humor negro).

- Debo admitir que me impresionas, Molly. Yo aprendí la fusión cuando tenía 14, y tú a la mitad de eso ya estás empezando a dominarla.

- Gracias, jijiji.

- De hecho que tus poderes se manifestaran tan rápido a tu corta edad es un síntoma de que eres una bruja muy talentosa, tal vez con la guía adecuada llegues a superarme algún día. ¿Puedo probar que también se hacer algo de magia, maestra Molly?

- Me ofendería si no lo hicieras, maestra Ally.

Luego de eso Ally volteó su mirada hacia mí y me lanzó otro hechizo. Este se sentía similar al anterior pero su efecto fue más doloroso. Abrí los ojos y vi a ambas gigantas en el cielo, mi mirada estaba desde el suelo, y por alguna razón no podía moverme, pero si respirar, hablar y parpadear.

- ¡¿Ahora qué me hicieron?!

- ¡Bueno, ya que Molly aún no domina este hechizo, decidí hacerlo yo, mírate!

Acto seguido Ally hizo aparecer un espejo y vi una imagen sacada del infierno. No tenía cuerpo, sólo cara, pero estaba en un lugar que nunca hubiera imaginado, aun con todo esto, ya que me había convertido en un zapato de tacón. Me sorprendí y horroricé en partes iguales, y ambas lo notaron y empezaron a reír, luego Ally inclinó un poco el espejo y pude ver que a mi lado estaba el otro zapado, el derecho, pero este no tenía una cara, tenía un pene. ¡Mi pene! Tanto eso como mi rostro estaban aplanados casi como una imagen, aunque con cierto relieve. Todo esto era aterrador, pero nada comparado con lo que estaba a punto de pasar.

- Los hice más pequeños para ti Molly, ¿quieres probarlos?

- No tienes que pedírselo 2 veces.

En eso Molly se quitó sus calcetines y pude ver arriba de mí la imponente figura de su pie izquierdo sobre mi cara, la cual lentamente bajó y ajustó sobre su zapato nuevo, o sea, sobre mí. Mis ojos estaban bajo sus dedos y mi boca a la altura de su planta, y cuando no pensé que podía ponerse peor, su otro pie encajó en el otro zapato, donde estaba mi miembro erecto por alguna razón. Sin pensarlo mucho Molly empezó a pasear alrededor de la habitación, dando varias vueltas y viendo todo lo que había, que aunque no pudiera usar, estoy seguro de que conocía con lujo de detalles. Estuvo así varios minutos hasta que regresó a sentarse en la cama y me quitó sus apestosos pies de encima.

- Respira un poco, esclavo de pies.

- Y aprovecha, porque ahora es mi turno.

Ally me hizo crecer un poco, lo suficiente como para que tuviera el tamaño justo de sus pies, y procedió a hacer el mismo show, que Molly, bajando lentamente su pie sobre mi cara para que me asustara cada vez más, cosa que desde luego logró. Una vez con sus pies calzados sobre mi cara y mi pene empezó a caminar por la habitación, luego correr un poco y después a dar pequeños saltos, el equilibrio de esta chica era formidable considerando que me había transformado en tacones y no en zapatillas o sandalias (cosa que seguro hará en algún futuro si sigo a su cargo). Entonces luego de más minutos tortuosos se sentó al lado de Molly en la cama, pero no se quitó los zapatos.

- Bueno Molly, ya que desde ahora vas a ser mi aprendiz tanto en magia como en… Este tipo de cosas, empezaré a darte lecciones que deben servirte para que seas una mejor diosa: Lección número 1: “Siempre que veas la oportunidad de someter a tu esclavo, hazlo, demuéstrale quien está al mando”.

Inmediatamente Ally puso más presión sobre sus pies, aplastándome mucho en el proceso, para luego mover sus pies de un lado al otro por el suelo como si pisara una cucaracha, aunque bueno, una cucaracha tiene más dignidad que yo en estos momentos.

- Ahora quiero que lamas mi suela, esclavo de pies.

Corrijo, una cucaracha tiene MUCHA más dignidad que yo en estos momentos. Sin más remedio empecé a lamer la pálida y fétida suela de Ally en mi denigrante posición, a la par que ella empezaba a jugar con mi pene con sus dedos en el otro zapato.

- Así es esclavo, lame, la hermosa suela de tu hermosa Diosa. Si no es hoy, mañana vas a someterte ante mí y ante todas, no eres más que un insecto a nuestros pies que debe ser aplastado, un patético intento de hombre cuyo único propósito en la vida es servirnos, de aquí hasta el final de tus días.

Las crueles palabras y los movimientos del pie derecho de Ally apelaron a mi lado masoquista (uno que no pensé que tenía) y terminé corriéndome en su pie. Con esta ya van 3 veces que me corro por culpa de Ally, no es que lleve la cuenta, pero ese tipo de cosas no se olvidan, y dudo que esta tampoco.

- Ewww… ¿Tanto te gusta ser aplastado, esclavo? ¡JAJAJAJAJAJA!

- La tortura siguió así varios minutos, las 2 no dejaban de reír y luego jugaron más conmigo. Molly me fusionó con las pantis y el sostén de Ally, incluso le enseñó a transformarme en algo pequeño, una paleta de dulce, la cual ambas lamieron por turnos. Mi suplicio duró 3 horas, y pensé que nunca terminaría, pero luego de mucho tiempo Jane entró a la habitación.

- Chicas, Sheila llamó, ya está por llegar, mejor dejen de jugar con mi hermano y bajen.

Ambas me vieron algo desilusionadas, pero no había de otra. En ese momento las 2 me estaban presionando entre sus pies a 5cm de tamaño, por lo que me soltaron sobre la cama y Ally me recogió para llevarme abajo. Durante el trayecto traté de calmarme y olvidar lo que había pasado, quería tener mi mente despejada para Sheila, y me emocioné mucho al verla entrar por la puerta con una pequeña maleta y vestida con su clásica falda roja, zapatos cafés, blusa enrollada y pulseras. Ya era mi turno con ella, y no podía ser más feliz…

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