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Era el momento ideal para llevar a cabo nuestro escape. Quitamos el Pepperoni y salimos por el hueco, pasando por debajo de la media apestosa de mi hermana mayor, hasta que por fin estábamos fuera. La puerta estaba bastante lejos desde nuestra perspectiva, y sería el doble del camino por fuera hasta que llegáramos a la puerta del cuarto de Julie, sería como una media hora caminando, lo cual hicimos ya que después de todo estaban dormidas, no había prisa. A estas alturas media hora no era mucho caminando, si bien debían ser cerca de las 11 de la noche, para mi habían pasado horas desde que nos encogimos, contando las horas de cada reinicio temporal, no quería pensar que si esto ya me parecía eterno siendo un par de horas reales, pasar una semana con ellas serían varios meses ¡O MÁS! Cómo sea, no iba a pasar por esa clase de tormento, después de todo íbamos a escapar. Hablé con los chicos de nuestras predicciones de varios juegos que se venían, siendo el principal el nuevo Pokémon y su función Dinamax (favorita de Kidomaru por obvias razones), y así seguimos hasta llegar a la puerta de mi hermana mayor y más allá, hasta la de Julie.

Al pasar por el umbral de la puerta nos dimos cuenta de una cosa, a pesar de lo tarde que era, ellas seguían con mucha energía, pensaba que sería un lio despertarlas si se habían quedado dormidas, pero al parecer no… Y por desgracia pronto vi el por qué. Al lado de la cama había muchos vasos de café, unos 10  más o menos, Julie sabía que no podía tomar café, seguro eso fue obra de Tamara y Molly ¿pero 10?

- ¿Vieron esos vasos de café?

- Como no verlos, son como edificios a lo lejos. –Dijo Duke.

- ¿Si, pero por qué tantos?

- Mmm, seguro tomaron uno cada vez que retrocedía el tiempo, para no perder el efecto.

- Ok Duke, pero el efecto no lo perderían al retroceder el tiempo. –Dijo Sonic.

- ¿Cómo sabes eso? –Dije.

- Porque la primera vez que moriste y regresamos al principio, me quedó el sabor a pies en la boca, incluso ahora tengo muy presente el olor a ácido estomacal.

- Pero, eso significa…

- Me temo que sí, estamos frente a 3 niñas gigantes con 3 tazas de café cada una en su sistema, seguro que hoy no duermen.

- P-Pero, ¿y la otra? Esto puede salirse de control –Dijo Duke.

- Aun así hay que seguir amigo, ya llegamos hasta aquí.

- Es fácil para ti decirlo hermano, esa niña loca no te ama.

- Bueno, no, pero confío en Julie, ella no nos dejaría en manos de ellas.

- ¿Y si te equivocas?

- Si me equivoco ¿prefieres regresar con las lunáticas de nuestras hermanas?

Todos nos miramos sin decir nada, estábamos de acuerdo en seguir adelante. Entendía el miedo de Duke, pero le confiaría mi vida a Julie, estaba tranquilo. Nos acercamos a ellas. Las 3 estaban echadas en la cama viendo ¿Zero no Tsukaima? Bueno, no es la serie que me esperaba, tiene mucho Echii, pero qué más da. Las 3 Imouto vestían como siempre, Julie tenía su clásica sudadera negra con puntos grises y orejas de Neko que le di en su último cumpleaños, con la capucha puesta solo se le veían unos cuantos mechones de cabello, aunque sus enormes coletas que le llegaban hasta las rodillas sobresalían siempre. También tenía una falda roja y unas pantimedias negras, al igual que Molly, aunque ella tenía sólo unos calcetines negros. La pequeña rubia vestía un uniforme escolar muy japonés de color blanco y rojo, junto con un gran moño rojo a lo Bombón de las PPG en lo alto de su cabeza, que dejaba caer su liza cabellera dorada. La vestimenta de Tamara era la que más sobresalía, traía una sudadera roja arremangada, descalza y su pelo castaño en 2 coletas, pero estaba en bragas, antes tenía una falda blanca, pero ahora sólo unas braguitas del mismo color, una imagen que tardaría en salir de mi mente.

Escalamos por la parte de debajo de la sábana hasta llegar cerca de sus pies, que aunque no eran ni por asomo del tamaño de los de nuestras hermanas locas, si eran unas 10 veces más grandes que nosotros, lo que de cierta forma no calmaba a mis compañeros, luego de todo lo que habíamos pasado. Gritamos los nombres de las 3 para llamar su atención, y en sólo unos segundos la captamos, debía ser por el café que sus sentidos estaban tan despiertos como para notarnos a pesar de nuestro reducido tamaño.

- ¿Oni-Chan? –Dijo Julie, las 3 de echaron boca abajo con sus rostros cerca de nosotros para vernos mejor.

- Sí, soy yo Julie, necesito tu ayuda.

- ¡DUKE!

Mi amigo le devolvió un saludo con una sonrisa incómoda en su rostro a la colosal Tammy.

- ¿C-Cómo es que se volvieron tan pequeños?

- Fue Ally, ella nos encogió, hemos estado atrapados con ellas desde hace horas.

Las 3 se miraron con una clara mirada de extrañeza, pero fue Molly quien dijo lo que nadie quería responder.

- ¿Haciendo qué?

- Bueno… Es que…

- ¡No sean así, queremos saber!

- Bueno, son muy pequeñas para entenderlo, niñas.

- ¡Claro que no Duke! –Dijo Tamara– Entre las 3 sumamos 24, eso hace más que cualquiera de ustedes, aparte, no creo que nosotras seamos las “pequeñas” ahora, jijiji.

Tenía razón, ahora ellas eran las más grandes, y aunque nosotros fuéramos más viejos, ellas sin duda eran muy listas para su edad, luego de jugar tanto con Julie y a veces con ellas no me quedaban dudas de ello, así que me puse a explicarles todo, obviando las partes obscenas.

- Bueno niñas, ellas nos encogieron porque querían… Jugar con nosotros. Pero jugar mal. Eran muy toscas y de nuestro tamaño nos dolían sus juegos.

- ¿Qué clase de juegos?

- Juegos con… Con sus bocas, con sus pies, y otros lugares.

Los ojos de las 3 se abrieron de par en par.

- Entonces ¿vinieron con nosotras para jugar mejor? –Dijo mi hermana con una sonrisa encantadora en su rostro, me mataba tener que arruinar su ilusión, pero era necesario.

- Bueno… No… La verdad necesitamos que nos ayuden a buscar a nuestros amigos y llamar a mamá, para que regañe a Jane y nos regresen a nuestro tamaño normal. –Dije con cierta culpa, las 3 se miraron fijamente por varios segundos hasta que volvieron a dirigirnos la mirada.

- ¿Nos esperan un poquito? Gracias.

Las 3 se dieron la vuelta y se pusieron de rodillas dándonos la espalda, necesitaban discutir algo, algo que no nos gustaría para nada.

- Hay que ayudarlos, chicas.

- ¿Bromeas Julie? ¿Vinieron 3 juguetes a nosotras, y no quieres jugar?

- Bueno, si Molly, amo jugar con mi hermano, pero…

- Y yo amo a Duke, con eso basta.

- Pero, ellos vinieron por ayuda.

- Si, por jugar con tu hermana mayor y sus amigas, ellas tienen 17, no son divertidas, nosotras si lo somos.

- Entiendo, y sí, creo que quiero jugar con ellos… ¿Pero y si algo sale mal, si se enoja Jane?

- Si eso pasa no hay problema, Ally viaja en el tiempo y arregla todo, todas ganamos, y los pequeños ganan al jugar con nosotras.

- Bueno… ¡Si, tienen razón, hagámoslo!

Creo que ellas no se daban cuenta que podíamos escucharlas, y que al hacerlo nuestros rostros reflejaban el miedo que sentíamos con cada palabra que decían, Julie se dejó convencer por sus amigas, los chicos tenían razón, mi plan estaba saliendo terriblemente mal. Las 3 Imouto se dieron media vuelta para vernos con unas sonrisas tiernas y juguetonas, mientras nosotros estábamos estáticos.

- Bueno, ya lo hablamos y sí, creo que los vamos a ayudar, pero antes queremos jugar con ustedes.

- ¿J-Jugar?

- ¿Qué no oyeron? Por Diosa.

- Tranquilito Duke, no los trataremos mal como lo hicieron las grandes, si no nos obligan a hacerlo jijijiji.

En eso Molly nos agarró a los 3 en su puño y nos puso a la altura de sus ojos.

- Uy mírenlos, están desnudos, no me di cuenta.

- Es cierto ¿no tienes ropa para vestirlos, Julie?

- No de ese tamaño… ¡Pero ya sé que podemos hacer!

En eso las 3 se levantaron de la cama y, guiadas por Julie, fueron a su “pequeño” tocador, del cual sacó unas colletas chicas de color rojo, le dio una a cada chica y Molly hiso lo mismo con nosotros.

- Tapémoslos abajo, que vergüenza.

- Claro, tranquilo hermanito, seré suave.

En eso la mano derecha de Julie agarró la colleta de su palma izquierda y empezó a ponérmela como si fuera una falda, si lo hizo con cuidado, a pesar de ser su primera vez con un reducido.

- ¡PERFECTO! ¿Y ahora qué?

- ¿Twister?

- ¡Sí!

Luego de acordar su siguiente juego Molly fue a su mochila y sacó una caja de Twister, no soy mucho de juegos de mesa de ese estilo, o la categoría en la que entre el Twister, pero algo me decía que del el tamaño que tengo ahora no me iba a empezar a gustar precisamente.

Molly con ayuda de Tamara colocaron el plástico con los puntos de colores y la ruleta en el suelo, junto con dejarnos encima de unos de ellos.

- Ok, se me ocurre que nosotras juguemos como es normalmente y ustedes pequeños traten de escapar de nuestras manos y pies, el último peque y chica en caer ganan.

- ¿Quién gira la ruleta?

- Yo me encargo. –Dijo Molly yendo a su mochila y sacando más cosas, un peine, un estuche de maquillaje, un par de medias negras enrolladas y… Bueno, luego fue a la mochila de Tamara y sacó una falda blanca, la misma con la que llegó a casa, pero tenía una mancha de café, explicando así que hacía la décima taza. Puso las 4 cosas en cada esquina del cartón y sopló la rueda, haciéndola girar.

- ¡Listo, así todas podemos jugar!

- ¿Y por qué sacaste mi minifalda?

- Para que sirva para algo ;)

Ya estaban listas para jugar, nosotros estábamos con bastante miedo, podían aplastarnos, pero Sonic fue más allá que solo pensar eso.

- ¡Chicas!

- ¿Qué pasa, juguetito?

- ¡No lo hagan por favor, podrían aplastarnos!

- Tranquilo pequeño, vamos a tener cuidado, estamos alerta, nos tomamos cada una 6 tazas de café… Bueno, yo iba por la 7 pero me manché la falda, jijijiji.

¡6 TAZAS! Con los chicos nos miramos con horror, habíamos hecho mal el cálculo, esas 10 tazas vacías sólo podían ser de ahora, no contamos las tazas que pudieron haber tomado en los bucles de tiempo anteriores, aunque lo que importaba ahora es que si o si esta iba a ser una larga noche.

- Bueno chicos estas son las reglas, nos turnaremos Julie, Tammy y yo (en ese orden) en girar la ruleta, y donde se detenga debemos poner una mano o un pie dependiendo de dónde caiga. Y ustedes tendrán que evitar ser aplastados por nuestras manos y pies. Para no hacerles todo tan fácil sus reglas son que solo pueden moverse cuando una de nosotras se mueva, no pueden quedarse en los espacios en blanco, si o si tienen que ir a un círculo, sólo pueden moverse 1 círculo en cada turno o elegir no hacerlo, no pueden salir del piso y, lo más importante, si quedan al lado de una de nuestras extremidades, no pueden moverse en los siguientes 3 turnos, sin importar que la hayamos puesto antes o después. ¿Les gustan las reglas chicas?

- ¡Sí!

- Claro.

- Bien, pues empecemos, tú partes Julie.

¿Esto era en serio? ¿Ellas casi no tienen reglas y nosotros estamos así de restringidos? Molly seguro lo hizo a propósito, nos dio tantas reglas para limitar nuestras opciones y que quedemos si o si todos aplastados. Debíamos ser estratégicos, nos vimos entre los 3 que quedamos así en el tablero:

 

 

 

 

Esta vez no podíamos ayudarnos entre nosotros, solo quedaba usar nuestros cerebros para no ser aplastados como insectos por estas niñas gigantas, partiendo por mi hermanita Julie, quien giró la ruleta.

- ¡Pie Izquierdo Azul!

Julie levantó su enorme pie y lo posó sobre el círculo donde se hallaba Sonic, el cual corrió en diagonal hacia el color amarillo de abajo más cercano a él, Fue listo, quedaba inmóvil si una mano o un pie quedaban al lado suyo, no en diagonal. Mientras el pie de Julie caía sobre el punto azul, Sonic corría a su destino, deteniéndose al llegar, justo cuando el pie aterrizó en el suelo, causando un pequeño estruendo.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡Mano izquierda Rojo!

Desde el lado verde, Tammy se estiró para alcanzar el punto de Duke, siguiendo la estrategia de Sonic el corrió en diagonal hacia el primer punto azul de arriba, ya que si iba al tercero quedaría congelado al estar al lado del pie de Julie, bien pensado. Ya en el punto Duke se sentía a salvo, pero no por mucho ya que a escasos centímetros de detenerse, la mano izquierda de Tammy cambió bruscamente de dirección y se puso en el primer punto rojo, ¡AL LADO DE DUKE!

- ¡Oye eso es trampa!

- ¡Claro que no, no está en las reglas el tener que ir al punto que apuntas, estás congelado!

En efecto eso se podía hacer, pero eso no quitaba el hecho de que fuera amoral en muchos niveles, por ahora Duke solo podía rezarle a Rachel para no caer presa de una de las chicas en los próximos 3 turnos.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡Pie Derecho Verde!

Me tocaba reaccionar, aunque con el factor impredecible en juego ya no había mucho que pudiéramos hacer, aun así al ver como el pie gigante de Molly descendía lentamente sobre mí, alcancé a correr a la casilla al lado de Duke, lo que me sirvió ya que Molly siguió la estrategia de Tammy y puso su pie en al punto verde debajo de donde yo estaba, una jugada maestra que seguro la irritaría.

 

 

 

 

- ¡Mi turno!… ¡Mano Derecha verde!

Julie se contorsionó para llevar su mano allí, y Sonic vio la jugada perfecta para no topar con nada, bajó al último punto azul y Julie puso su mano en el punto verde bajo el pie de Molly.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡Ah, Pie Izquierdo Rojo!

En este turno Duke quedaba libre de moverse, tuvo suerte de no ser aplastado, se le veía aliviado mientras Tammy colocaba su pie bajo el punto de su mano.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡Mano Derecha Azul!

Sonic había visto la táctica que Molly usó conmigo y quiso imitar mi estrategia, por lo que se movió un punto a la derecha, al último amarillo, pero parece que Molly entendió que en su nueva estrategia debía hacer movimientos predecibles para ser impredecible, así que puso su mano donde antes estaba Sonic, riendo y congelándolo así 3 turnos, parece que la suerte no estaba de su lado, esperemos que eso no dure.

 

 

 

 

- ¡Mi turno!.. ¡Pie Derecho Amarillo!

Y duró. El pie de mi hermana bajó lentamente hacia Sonic, y como él no podía moverse, su cita bajo su suela estaba confirmada. Su pie lo aplastó completamente y lo hizo desaparecer de nuestra vista, no quería pero terminé imaginándome como debía de sentirse, su cálido pie envuelto en aquella media de nylon negra sofocaba al pobre Sonic, quien quedaba pegado entre el tapete de Twister y el gigantesco y sudado pie derecho de Julie. Sólo quedábamos 2.

 

 

 

 

- ¡Me toca!... ¡SÍ, MANO IZQUIERDA AZUL!

Ese “SÍ” de Tammy dicho con tanta emoción dejaba ver que Duke estaba jodido, si no se movía quedaba aplastado, y si se movía al frente o en diagonal quedaría congelado por estar al lado del pie de Tammy o el de Molly, estaba en un callejón sin salida, lo que eligiera lo condenaría, por lo que se movió en diagonal al punto amarillo debajo de mi posición, mientras Tammy ponía su mano izquierda abajo del punto donde antes estaba Duke, quien quedó congelado.

 

 

 

 

- ¡Ahora yo!... ¡MANO IZQUIERDA VERDE, PERFECTO!

Y ese “Perfecto” me dio a entender que ahora yo estaba jodido, me encontraba acorralado igual que Duke, si iba al verde Molly me aplastaría con su enorme mano, y si me quedaba quieto o iba al azul estaría paralizado por su mano o la de Tammy. Decidí hacer eso último y fui arriba de su mano, al punto azul, quedando paralizado hasta el próximo turno de Molly… O eso creía. La posición de Molly era indescriptible, le costaba mucho mantenerse de pie por lo que se desmoronó al piso, quedando descalificada y sentándose de piernas cruzadas fuera del tapete haciendo puchero. 1 menos significaba más espacio para moverse, ojalá sirva.

 

 

 

- ¡Ok, Mi turno!... ¿Pie Derecho Azul otra vez? Ok…

Julie solo lo movió un círculo más abajo para tener ambas piernas cerca y ganar estabilidad.

 

 

- ¡Me toca!... ¡SÍ, PIE DERECHO AZUL, PREPÁRATE PEQUEÑO DUKE!

Muy mala suerte para mi amigo, le quedaba sólo este turno para salir de la parálisis, y terminaría siendo aplastado por el pie descalzo de Tammy, odiaría estar en su lugar. Su rostro se llenó de terror cuando vio aquel colosal y sudado pie descalzo descender sobre el lentamente, entonces hizo algo que nunca creí que haría, se arrodilló y juntó sus manos, suplicando no ser aplastado. Tammy lo vio y se rió, las suplicas de mi amigo solo hicieron que su pie bajara mucho más lentamente, aumentando el tiempo de su suplicio. Al final cayó de espaldas para sólo un segundo después ser aplastado por su pie. Me chocó ver esto, Duke era nuestro líder, audaz y decidido, y verlo suplicando de esa manera a una niña de 888 años, por más giganta que fuera, sólo significaba que, en el fondo, toda esta experiencia lo había roto, a pesar de ser amante de los pies, es algo que nunca hubiera querido.

 

 

- ¡Ok mi turno!... ¡Mano Izquierda Amarillo!

Ese movimiento de Julie me jodió sin querer, puso su mano al lado mío, me quedaba sólo un turno para descongelarme y ahora debía esperar 3 más, y lo peor era que estaba rodeado por manos y pies, si es que lograba moverme sólo sería para quedar congelado otra vez, mi destino estaba sellado, sólo quedaba esperar a saber por quién.

 

 

- ¡Me toca!... ¡GENIAL, PIE IZQUIERDO AZUL, PREMIO DOBLE!

Al final me tocó el mismo destino que Duke, ser aplastado bajo el sudoroso y enorme pie de Tammy, y a pesar de todo, en mi nació el suplicar, a pesar de que sabía que no serviría, pero en serio estaba asustado ¡significaba eso que estaba empezando a romperme también? No pude pensar, sólo sentir el pie de Tammy aplastándome lentamente.

 

 

Y así los 3 caímos. Julie y Tammy siguieron con sus turnos un buen rato sin caer, lo que sólo significaba más pies para nosotros. Por mi parte caí en cuenta de todo el rato que Tammy tuvo su pie izquierdo apoyado en el tapete de plástico, ya que su pie sudaba como los 1000 demonios, su sudor inundaba todo mi espacio bajo su pie, me iba a ahogar bajo su sudor, así que instintivamente abrí la boca y me tragué una buena capa de sudor superficial del pie de Tammy, para tener el espacio suficiente para respirar, y lo hice 3 veces más siempre que el espacio se empezaba a llenar otra vez de su sudor apestoso. Hubieran sido 4 más si no fuera porque Tammy terminó cayendo al tapete, dándole la victoria a Julie y a mi mucho dolor. Luego de eso ambas se pararon y nos vieron ahí echados sobre los círculos, empapados de sudor pero aun en una pieza, Julie soltó una risita, Tammy una carcajada y Molly un puchero aun mayor del que ya tenía desde que perdió.

- ¡No es justo, no pude pisar a nadie!

- ¡JAJA!

- Bueno, parece que mi hermanito y yo ganamos, así que lo pido para jugar primero.

- ¡Bien, yo pido a Duke!

- Y yo a Sonic, supongo, pero luego nos turnamos con cada uno ¿ok?

- Muy bien.

- ¡Suena justo, bien hermanito, vamos a tu cuarto para jugar!

Aun adolorido Julie me tomó con cuidado entre sus cálidas manos y me llevó fuera del cuarto para ir al mío, donde solíamos jugar juntos, y a pesar de todo con ella me sentí a salvo, aunque sea por el poco tiempo que dure ahora jugando con ella…

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