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NOTA 18

 

Con el tiempo la desesperación cunde, más frente a situaciones difíciles o desesperanzadoras, lo que en ocasiones lleva a tomar decisiones poco acertadas. Y sé que es difícil de imaginar, pero solo hay que pensar, que aquí, toda la gente solo quiere una cosa, escapar, volver a sus antiguas vidas, pues aquí a la existencia no se le puede etiquetar como tal, existimos, nada más.
Hace un par de días, en una colonia de gran tamaño que existía cerca de una de las paredes de la habitación surgió una idea entre los dirigentes de la misma, una idea que tenía como objetivo buscar la salvación, el retorno a la vida normal, o por lo menos que ella les viera, con el objetivo de que los pusiera en un lugar seguro, les facilitara comida, agua, protección, como si de mascotas se tratase y no de seres humanos… Al menos consideraban la posibilidad del estado irreversible de nuestra situación, llegue a aquel lugar justo a tiempo para escuchar el discurso con el que los dirigentes de la colonia convencían a la población, que era de varios cientos, básicamente proponían formar mediante una gran cadena humana una figura geométrica, un cuadrado, “Así seremos vistos y rescatados de esta difícil situación”, sentenciaba el dirigente gritando mientras la multitud asentía esperanzada. Entonces, avispado al ver que todo aquello no podía más que estar encaminado hacia el desastre pedí hablar con el dirigente, sorprendentemente me lo permitieron casi sin problema, le expuse que aquello era una locura, que comprendía su desesperación y que la fe y la esperanza de la gente estaba en que tal plan funcionara, pero que debía de retractar sus intenciones pese al descontento que esto generaría, “Nunca los vera, somos demasiado pequeños, con 800 personas no podrá formar nada que sea más visible que una mota de polvo, comprenda por favor, no sabe todo lo que he visto, únicamente pondrá en riesgo a toda la colonia”, le dije exaltado, pero no atendió, nada, entonces me dispuse a salir de allí cuanto antes, antes de que llevaran a cabo esa locura, solo me detuve a beber algo y aprovisionarme, allí un hombre mostraba un collar con un pequeño bote colgado, estaba lleno de polvo de carbón, “Es todo lo que me queda, ella terminó con toda la caravana donde iban, estaban por llegar a casa, no quedo nada, solo polvo”, dijo con la voz quebrada… Entonces comprendí, sentí la desesperanza de la gente, y salí por la mañana pensando en lo que habría de suceder si llevaban tal plan a cabo, el cual estaba programado para un par de días después.

 

NOTA 19

 

Era aún más peligroso porque ella en ocasiones se sentaba sobre el piso, justo en las orillas donde la pared comenzaba, justo en los lugares como en donde se situaba aquella colonia… Camine lejos, habían pasado dos días y no me había alejado ni 40 centímetros del lugar cuando debieron comenzar con su plan, formar una figura durante todo el día, y repetirlo las veces necesarias hasta que ella los viera, mientras tanto yo comía, había encontrado una migaja dulce, era enorme, quizás medía 20 metros de alto, así que aprovechaba para variar un poco mi comida, probando algo con un sabor decente cuando sentí un breve tremor, luego otro, luego otro aún más fuerte seguido de un sonido profundo y grave, entonces se hizo un silencio… La puerta se abrió y tras el destello inicial logre delinear su silueta curvilínea, Gaby había vuelto, rápido cerró la puerta, la vi con detenimiento, llevaba un short de mezclilla ligeramente deshilachado, era corto, dejaba ver muy bien sus preciosas piernas… Miraba su celular con descuido, y tal y como había previsto, se recargó sobre la pared aledaña a la colonia con las piernas abiertas sobre ella, entonces resbalo por la pared lentamente bajando hacia el piso hasta que su culo quedó flotando sobre el lugar donde la colonia y todos sus pobres habitantes estaban, se detuvo un momento y entonces BOOOOM, se dejó caer, todo su peso cayo con el estruendo de una bomba atómica, yo al no estar lejos sentí el golpe como un enorme terremoto que me tiró al suelo, el aire soplo con mucha fuerza y me arrastro varios metros mientras que el grave sonido me dejo aturdido, levante la vista y observé como estiraba sus piernas lentamente hasta crear con ellas una brillante muralla de piel que se extendía por kilómetros y kilómetros, era impresionante, mientras tanto bajo ella había cientos de muertos, quizás más aún, dudaba seriamente que hubiera algún superviviente, el impacto y el peso eran demasiado para nuestros frágiles cuerpos, aún así emprendí el viaje hacia allí, al verla sentada, viendo su celular y con las piernas descubiertas pensé también en que pudo haber sido mi oportunidad de tocarla si tan solo hubiera estado más cerca, como sea, haber estado más cerca al momento del impacto quizás hubiera sido sinónimo de muerte.

 

NOTA 20

 

Cuando llegué al lugar donde solía estar la colonia no me encontré con un mero montón de polvo carbonizado, y tiene sentido, al pisar su peso se distribuye en un área menor, aumentando la presión a los niveles que estoy acostumbrado a ver, pero al sentarse todo su peso se distribuye en el área de sus dos nalgas lo que imposibilita que el peso te desintegre, en vez de eso me encontré con pastas desfiguradas, secas, comprimidas hasta el grosor de una hoja de papel, pero aun bien definidas, agolpadas como si el pánico de ver a la diosa descendiendo sobre ellos les hubiera hecho huir inútilmente de sus nalgas titánicas, sin embargo estos cadáveres aplastados no eran constantes, había huecos donde no había ninguno, como sí, de alguna forma, se hubieran salvado, al bajar por la grieta me encontré con derrumbes, con más muerte, la colonia ya no existía, el impacto derrumbó todo y sepulto a quienes allí estaban, pero para mi sorpresa vi algo a lo lejos, supervivientes.

 

TESTIMONIO 1

 

Vimos hacia arriba sus piernas extendiéndose hacia el cielo y perdiéndose en su ropa, sus tetas impedían observar su rostro por lo que era imposible que nos viera, todos estaban en pánico, corriendo hacia la colonia, al fondo de la grieta, sin embargo estaba a un par de kilómetros de la formación por lo que realmente nadie alcanzó a llegar, cuando vimos su culo bajando lentamente sobre nosotros el pánico aumentó, se oían gritos y súplicas, aunque hubo quien sencillamente dejo de correr y se limitó a ver, a ver en completa impotencia sus nalgas retumbantes aprisionadas por el short de mezclilla bajando desde el cielo, ajustando de a poco la tela sobre sus curvas, de pronto se detuvo, quedó sobre nosotros por unos instantes, mucha gente dejó de correr, “¿Nos ha visto?”, decían algunos, “¡Nos ha visto!”, gritaban, otros miraban hacia arriba el cielo completamente obstruido por sus nalgas en completa admiración, mirando cada detalle, la tela ajustada marcando la división entre sus glúteos, otros trataban de esconderse en pequeños desniveles y poros del suelo, entre ellos, yo, me acosté en un desnivel pequeño y cerré los ojos por unos instantes, pues también estaba aterrado, esperaba que todo terminara rápido, era el fin, cuando los abrí vi como su culo, que antes estaba a varios kilómetros de altura bajo súbitamente, los gritos fueron ahogados por un sonido atronador y un temblor impresionante, quedé muy aturdido, sin embargo y para mi sorpresa seguía vivo, estaba atrapado en el desnivel sin poder moverme, y la presión sobre mí era bastante, costaba trabajo el respirar, y a lo lejos escuchaba lamentos y gritos ahogados, era obvio que no era el único superviviente, sin embargo la mayoría de estos gritos y lamentos fueron silenciados cuando ella se movió ligeramente, aplastando y reventando a aquellos que no lo estaban completamente. Cuando Gaby se levantó y la oscuridad se desvaneció vi a decenas de personas enredadas y adheridas a las fibras de su short, algunas cayeron estrellándose con violencia en el suelo, las demás gritaban aterrorizadas y pidiendo ayuda mientras se alejaban hasta ser imperceptibles, hasta que fue imposible escucharles, estaban perdidos entre la tela amoldada a su culo…

Yo no sé cuánto habrán sobrevivido esas personas después de eso, me estremece pensarlo, imaginarlo, estar feliz, eufórico, esperando que la diosa nos observe y nos rescate de la vida miserable que llevamos, contagiándome del temor de la multitud al sentir los primeros tremores ocasionados por sus pasos titánicos, ver la puerta abrirse y observarla allí, dominando el paisaje entero con sus piernas gruesas, sus caderas, su culo retumbante… Sentir la insignificancia de mi existencia al verla sobre mí, sobre todos nosotros, viéndola tan enorme, tan increíblemente enorme, ver mi admiración y la de todos romperse en desesperación al verla bajar lentamente cubriendo completamente el cielo, al ver su culo redondo y ajustado al short bajar oscureciendo todo, el mismo que había visto antes rebotar mientras cogía, el mismo que brillaba con el semen sobre de sí escurriendo, el mismo que ahora bajaba y abarcaba el cielo completamente, y luego, tras un momento de contemplación, de apreciar nuestra patética insignificancia un estruendo y la oscuridad, los gritos de terror silenciados en un momento, sentir una presión enorme y mi cuerpo a punto de reventar, no poder respirar bien y el escuchar lamentos ahogados de dolor silenciados por los pequeños movimientos que ella realizo tras sentarse… Estaría asustado pero a la vez un poco alegre de seguir con vida, de pronto y sin previo aviso sentirme arrancado del suelo y ver todo desde esa increíble altura, desde la altura de sus nalgas enormes, voltear  y ver como algunos desafortunados enredados junto a mí luchan por no soltarse mientras otros se despegan de las fibras y gritan aterrados al caer hacia al vacío kilométrico, caerían por minutos hasta estrellarse con violencia en el desierto inmenso, continuaría atrapado y soportando el impacto de cada uno de sus pasos titánicos y el temblor de sus nalgas con su menear de caderas, aturdido y cansado, sujetándome desesperadamente para evitar caer, viendo con terror el suelo aproximándose mientras todos los que aún están vivos gritan y lloran en completa crisis, luego un estruendo silenciando todo, la oscuridad, la presión enorme, la presión enorme comprimiendo mi cuerpo y dificultándome el respirar, el calor de su cuerpo, de sus nalgas radiando hacia mí haciéndome sudar y el aroma de su almizcle inundándolo todo, enamorándome, morirían muchos más con cada vez que ella se sentara, desgarrados, comprimidos, dislocados y cortados en pedazos por las fibras… Y lo vería cuando al levantarse la luz me dejara ver los cuerpos desfigurados y aplastados cayendo a pedazos, enredados aun en las fibras junto a mí, y al ver todo aquello no estaría más que deseando que todo acabase, tanta muerte y miseria y ella no lo notaba ni lo haría jamás, tras el resto del día, de un día suplicando que no se pusiera peor y de decenas de muertes por causa suya, al final del día ella se quitaría el short, pocos quedarían vivos para entonces, no habría gritos, todos estaríamos cansados, golpeados, lastimados y aturdidos, muchos al borde del desmayo o el colapso, sentiríamos el ultimo impacto de su short al caer en un cesto de ropa sucia y seriamos sepultados bajo sus bragas y el sostén que contiene sus tetas, caerían con estruendo y nublarían la visión, tras eso, tranquilidad, vería hacia el cielo y todo estaría cubierto por la cúpula de una de las copas del sostén, me vería una vez más insignificante, esa sola copa sería del tamaño de una ciudad pequeña y sería tan grande que su interior abovedado se confundiría con el cielo mismo, sin embargo lo único que hacía era contener una de las gigantescas tetas de Gaby. Tras eso los supervivientes tratarían de agruparse, de salir de allí, aunque sería casi imposible por las dimensiones de todo, todo sería enorme, me agruparía con ellos visualizando la forma más fácil de salir de allí, estaríamos rodeados de bragas sucias, de sostenes gigantes y medias, y a pesar de ello el aroma sería delicioso, almizclado, o así lo percibiría por los fluidos secos sobre las telas desprendiendo feromonas, las mismas que a escala normal debían denotar inconscientemente su condición de fertilidad ahora serían capaces de enloquecernos de amor por ella… Y caminaríamos tratando de bajar del short, sus caderas tendrían varias decenas de kilómetros de ancho así que la tela que las cubría sería igualmente enorme, no habríamos caminado ni un cuarto del camino hacia el borde de la prenda cuando un estruendo y el movimiento nos aturdiría, caeríamos al suelo y solo nos levantaríamos para notar que ella estaba vaciando todo en un bote con agua, y al caer en ella tras unos instantes notaríamos con horror como la piel se nos derretiría como cera de una veladora, sería agua con cloro, y así entre gritos de dolor nos disolveríamos, desapareceríamos como simple suciedad de la ropa de Gaby, como el resto del polvo en el short, como las escamas de piel muerta adheridas a sus bragas, desapareceríamos como si fuéramos menos que polvo, finalmente a su escala no éramos más que eso, menos, mucho menos que motas de suciedad manchando una minúscula porción del culo de su short, que atrevimiento por parte de nosotros el manchar la ropa de la diosa con nuestra presencia, de nosotros no quedaría nada, si acaso minúsculos huesos semi disueltos que volverían a adherirse a su ropa limpia, a sus bragas, a su sostén, restos desaparecidos entre la enormidad  de su cuerpo. Y así habría terminado, todo por la vana esperanza de que ella nos viera y nos “rescatase”, vana esperanza producto de la desesperación, en los restos de la colonia algunos supervivientes buscarían entre las ruinas algo que comer mientras al fondo ella luciría como siempre un gran escote y un pantalón corto remarcando su rico culo.

 

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