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NOTA 21

 

Repito que es una ironía que a pesar de todo ella nos de medios para sobrevivir, una pequeña gota de su sudor tiene el tamaño de un gran estadio, y de ella se puede sacar agua y sal suficientes para no tener que salir a buscar por meses, sin embargo no todo es comestible, en una ocasión tras haber tenido sexo en medio de la habitación quedaron sobre el suelo minúsculas gotas de su fluido vaginal, y dada la escasez de agua que suele darse en ocasiones hubo decenas de personas que se apresuraron hacia ellas con la intención de saciarse con las mismas tan pronto Gaby salió de la mano de su novio. Bebieron del fluido de su vagina, era transparente, gelatinoso, dulce y almizclado, y tras algunos minutos comenzaron a enloquecer, era tal la concentración de feromonas a nuestra escala que aquellos que lo bebieron saturaron su cerebro con tal cantidad de químicos que quedaron embotados, idos, buscando en un estado de trance una fuente mayor de tales feromonas, y la única fuente era ella, era ella con su esencia dulce, así que se perdieron en el vasto desierto buscando alcanzarle, tal y como yo lo pretendía pero sin cuidado, era solo cuestión de tiempo para que murieran, ya fuese de sed o hambre al vagar por el inmenso desierto, o quizás desintegrados por un paso descuidado, convertidos en polvo al instante… Y mientras tanto ella no lo sabría, que bajo ella habían muerto decenas de hombres enloquecidos por ella, enloquecidos por beber unas minúsculas gotas de los fluidos producto de su excitación.

 

NOTA 22

 

Caminé toda la noche por el frío desierto con el objetivo de llegar hasta la orilla de la habitación, me escondí por la mañana solamente mientras ella se preparaba para salir, escuché con atención sus pasos titánicos mientras el tremor hacía caer polvo desde el techo de la pequeña cueva donde me ocultaba, el sonido de la puerta y sonido retumbante desvaneciéndose me dieron luz verde para continuar mi camino, más tarde continúe caminando hasta que divisé a la distancia lo que parecía ser un pequeño asentamiento temporal que, para mi sorpresa, no era subterráneo, sin dudar me dirigí hacía el, el campamento estaba organizado en torno a un gran cubo de azúcar de quizás 50 metros de lado, allí descanse algunas horas y me levante por la tarde a investigar más sobre aquel lugar, había grandes tiendas vacías, mucha menos gente de la que cabría esperar para un campamento de ese tamaño, todos se veían deprimidos, tristes, comencé a buscar al jefe de aquel lugar por información pero nadie me ayudaba, todos estaban muy hastiados, mientras interrogaba a un pequeño grupo un ligero tremor me interrumpió, luego otro, y otro más fuerte, escuche su voz retumbando a lo lejos, despidiéndose de alguien, nos miramos todos por un momento, ya sabíamos todos que significaba aquello, era ella, la puerta se abrió deslumbrándonos con luz y la vimos, su silueta y luego ella, tan enorme, tan divina, la veíamos como algo inalcanzable, como se observa a una obra de arte, sus pantorrillas redondas, sus muslos gruesos y brillantes rematando sus piernas morenas alzándose hacia el cielo… Voltee a ver a mi alrededor, todos la veían con atención, seguían cada uno de sus movimientos, sin embargo, no lucían atemorizados, estaban más bien perplejos únicamente. Algo que he observado es que con el tiempo, Gaby, desde su posición inalcanzable y de dominación, se ha perfilado en un gran objeto de deseo, es la fantasía común, después de todo es una chica con buenos atributos, un buen trasero, unas ricas piernas, unos pechos de buen tamaño, y todo esto aumentado a un tamaño gigantesco mas allá de la comprensión, nosotros al ser tan absurdamente pequeños la hemos podido ver desde prácticamente todos los ángulos y haciendo todo tipo de actividades, la hemos visto desnuda completamente, paseándose por la casa con su menear de caderas, su culo retumbante y sus tetas al aire bamboleándose a cada paso, vistiéndose de forma atrevida para una cita, posando, tomándose fotos en posiciones sugerentes, descansando grácilmente, y, para mal de muchos, cogiendo como una puta, muchos están enamorados de ella producto de la situación, de las feromonas que emanan de ella y que saturan el aire, como una suerte de síndrome de Estocolmo potenciado, verla con detenimiento mientras el sonido grave, rítmico y profundo retumba en nuestros oídos, resaltando cada detalle como viendo todo en cámara lenta, las curvas marcadas de sus gruesos muslos y sus pantorrillas redondeadas, su piel suave y morena sin ninguna imperfección, tersa y lisa, sus nalgas redondas brillando y retumbando a cada impacto, su espalda curveada y sus tetas colgando desde su pecho, moviéndose, chocando, bamboleándose con violencia y mostrando sus pezones erguidos se había convertido en una actividad común, toda vez que ella tenía sexo con bastante frecuencia, con más frecuencia de la que aquellos que realmente se habían enamorado de ella podían resistir, algunos realmente se deprimían al saberse insuficientes, reconociendo la absoluta imposibilidad de que tan siquiera supiera de su existencia, es decir, podrían terminar desintegrados bajo uno de sus pasos mientras se arregla para ver a su verdadero novio, era inalcanzable, deberían conformarse con verla a la distancia, de disfrutar de la sinfonía de sus gemidos a la sombra del pitote de su novio, sin embargo nuestra insignificancia posibilitaba tener toda clase de pensamientos obscenos sin repercusión, verla sin temor alguno disfrutando de la vista, era tema común entre grupos de hombres hablar sobre los atributos de la diosa, sobre lo puta que era a veces, había incluso grupos de “observadores” que salían a la superficie con el único fin de verla cogiendo, de verla desnuda, o simplemente verla con miradas más que obscenas, no han sido pocos los que han encontrado su fin aplastados hasta la desintegración por atreverse a tanto…

 

NOTA 23

 

Continúe buscando al jefe de aquel campamento por un rato más hasta que finalmente lo encontré y entable conversación, le pregunte su propósito y el porqué de la apariencia tan desolada del campamento, me dijo que vagaban en busca de alimentos para transportar y vender en las comunas que hay desperdigadas por el desierto, al ser cerca de 80 personas podían cargar con grandes cantidades de alimento, grandes porciones de minúsculas migajas que caían de la comida de la diosa, de grandes cantidades de escamas de piel muerta dejadas sobre el suelo por sus pies descalzos, me dijo que días atrás había sucedido un incidente, un fuerte e inusual viento había atravesado la habitación cuando ella abrió la puerta de la cocina, creando una corriente de aire, cerca de 50 personas salieron volando hacia el cielo a toda velocidad, y no se les volvió a ver… Volaron en dirección a uno de los sillones que había en la habitación, en ese momento ocupado por montones de ropa… Dijo que aquella situación estaba contemplada, y que el plan de contingencia dictaba que la caravana se movería a la base del sillón que se encontraba cruzando la estancia, allí esperaría por sobrevivientes, o rescataría a los que ya se hubieran movilizado hasta allí, el dijo que ese era el plan actual de la caravana, reunir algunos insumos y emprender el viaje… Mientras explicaba, entro a su harapienta tienda un hombre avispado para alertar sobre la proximidad de una hormiga, estaba a tan solo unos cuantos kilómetros, no había a donde huir, estábamos en medio de la nada, no había cavernas, nada, a nuestra escala una simple hormiga azucarera era un monstruo de decenas y decenas de metros de altura y largo, extremadamente peligroso y afectos prácticos, invencible, comenzó a acercarse hacia nosotros de forma errante, por un segundo creí que era el fin, seguramente comería el enorme cubo de azúcar y en el proceso acabaría con todo, muchos comenzaron a huír cuando de pronto la risa atronadora de Gaby cruzó el cielo, salió de su habitación hablando por teléfono y caminó hacia nosotros pues estábamos bajo el portallaves que se encontraba en la pared, mientras veía sus pies y su figura acercarse cada vez más, haciéndose cada vez más enorme y con un retumbo enorme a cada paso pensé que había llegado el fin, si no era la hormiga ella misma acabaría con nosotros, sin embargo no fue así, sin cuidado aplastó completamente a la hormiga, su pie cayó sobre ella y quedó apoyada en un pie mientras levantaba el otro para tomar unas llaves de la pared, regresó el pie del cielo y toco el piso con un retumbó, regreso rápidamente a su habitación y todos quedamos perplejos, nos había salvado.

 

NOTA 24

 

Caminamos un par de horas mas tarde hasta el lugar donde se encontraba la hormiga para tomar su “carne” como alimento, aunque yo no tenía pensado comer en absoluto de aquello, estaba completamente aplastada, al grosor de un par de nosotros, había soportado el peso completo de aquella chica y nos puso en perspectiva nuestra insignificancia una vez más, para nosotros era un monstruo invencible, pero a ella no le costó absolutamente ningún esfuerzo reducirlo a nada, ni siquiera se dio cuenta de tal acción, acción con la cual nos había salvado, y sí a un monstruo como este le correspondía tan patético destino, ¿Qué nos podía esperar a nosotros?, recogimos lo que pudimos y pasamos allí la noche, a la intemperie con un pequeño fuego calentándonos del frío del desierto, me pregunto si este sería mínimamente visible desde la altura de la diosa, alguna vez leí que el ojo humano podía distinguir la llama de una vela a 10 kilómetros de distancia, aunque para ella esto era mucho más pequeño que una vela, y, a nuestra escala, estaba a unos 180 kilómetros por encima de nosotros así que…

 

NOTA 25

 

Al día siguiente hablé con el jefe del campamento, estaba dispuesto a recorrer el desierto con tal de llegar a la base del sillón en busca de supervivientes del incidente ocasionado por la racha de viento que arranco del suelo a más de la mitad del grupo, éramos 30, 10 se quedarían a resguardar todo lo que no pudiéramos llevar con nosotros, los otros 20 y yo emprenderíamos el viaje de 5 días hasta el otro lado de la habitación, si teníamos suerte quizás habría alguien allí que aun permaneciera con vida.

 

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