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NOTA 8

 

Los sonidos graves retumbaron a la distancia y me interrumpieron, ví, por las pequeñas ventanas junto a la puerta, era ella, traía falda, se veía deliciosa, y más aún por como besaba a su novio, lento, él le agarraba las nalgas, subía su falda dejando ver lo que llevaba debajo, sus pantys, al final ella entró y no hice más que ver hacia arriba, desde una boca de cueva por si acaso, sus muslos, gruesos, tan ricos, enormes como columnas titánicas, su piel morena brillando con la luz, le deseo cada vez que le pongo atención, pero no pierdo de vista que ahora es más que inalcanzable.

 

NOTA 9

 

Es increíble como la condición humana se pierde en este lugar y la vida deja de valer y tener un propósito o final significativo, las cosas que he visto lo prueban, alguna ocasión cayó desde su cómoda sobre un rincón un rastrillo rosado, y era la sensación pues estaba cubierto de grasa comestible, por lo que acudían decenas de habitantes de las cercanas colonias apiñadas en las grietas del suelo, las paredes metálicas y verticales no eran problema pues la grasa era pegajosa, era incluso peligroso el atascarse y más de uno había sido tragado en partes donde la capa alcanzaba un par de metros de profundidad, cuando ella entró a la habitación, desnuda como una diosa, tan divina y prominente, en las hojas había, por lo menos, 200 personas, tomó asiento haciendo que el sonido de su culo estrellándose con su cama cruzara el aire como un retumbo grave y profundo, y tomó el rastrillo, en el campamento todos gritaban mientras ella lentamente pasaba las navajas por su entrepierna, presionando su piel suavemente, con la primera pasada era más que obvio que aquellos 200 habían muerto destrozados por el suave roce con su monte de venus, con sus labios exteriores, los vellos cayeron, y muchos de rodillas, llorando, gritando los nombres de quienes se encontraban en él de forma desesperada, preguntándose el porqué de todo aquello con lágrimas en los ojos, sollozando, gritándole que parara, con esperanzas de que escuchara, cosa más que imposible.

 

NOTA 10

 

Camino por el desierto hacia una de las grietas, ahí pienso aprovisionarme, conseguir algo que comer y beber, moho, agua condensada quizás, a lo lejos, sobre el sofá esta ella, acostada, escucha música clásica, tenía mucho sin oírla, aunque lastima un poco los oídos, a mi escala es demasiado fuerte…

 

NOTA 11

 

Allí, al fondo de la grieta tras aprovisionarme y mientras descansaba un poco me contaron sobre unos pobres diablos que cayeron en su comida por azares del destino, no pudieron hacer nada, solo algunos escaparon por el mismo viento que los arrojó allí, y cuentan, que casi todos estaban aprovechando, comiendo por primera vez en mucho algo decente, de su comida, hasta que el retumbar de sus pasos y un profundo “boom” cuando tomo asiento los calló a todos, puedo imaginarme el terror al ver sus blancos dientes asomándose tras sus labios, sonriendo al ver su comida, su boca abriéndose como un abismo sin fin, su lengua estirándose, la confusión tras caer en su boca, todos tratando de mantenerse en pie, nadando en su saliva viscosa en medio de la oscuridad intermitente, aturdidos por el sonido que hacían sus dientes al chocar, muchos más siendo triturados sin aviso, comidos, sin que ella lo supiera siquiera, los que hubiesen llegado con vida hasta su estómago debieron haber sufrido el infierno en vida, quien hubiese caído en alguna porción seca de su estómago habría visto sus vías respiratorias quemadas dolorosamente por los vapores ácidos y su piel derretida lentamente por el calor de su cuerpo, los imagino corriendo, buscando arrojarse al ácido para terminar con su sufrimiento, más afortunados hubieran sido los que cayeron directamente en su mar de ácido, sufriendo una terrible y veloz muerte, en cuestión de un microsegundo derretidos vivos por sus ácidos, absorbidos, absorbidos para formar parte de su increíble cuerpo, de sus tetas, de su retumbante trasero o de sus piernas morenas, si es que algo tan insignificante como nosotros puede aportarle algo a un cuerpo tan enorme, vaya honor para una bacteria, para una miseria insignificante como lo somos nosotros.

 

SUEÑO 1

 

Finalmente he llegado, lo he logrado, de la forma más inesperada estoy a escasos cientos de metros, su piel, su pierna se extiende hacia el cielo como un techo inconmensurable, es una diosa, de eso no hay duda, son simplemente inconcebibles sus dimensiones, su aroma almizclado llena el ambiente, estoy seguro que soy, de entre todos nosotros, quien más cerca ha estado de ella por tanto tiempo y sin morir, sin morir de alguna forma estúpida, y estoy a nada de tocarla.
Y así lo hice, me acerque, poco a poco, temeroso, ¿De verdad era real?, ¿De verdad lo había logrado?, y avance, estaba frente a mí la superficie, estire mi mano y la toqué, era como un sueño, estire mis brazos y toque todo, lo sentí, pegué mi rostro como si estuviera tratando de abarcar todo, y me dejé caer en rodillas, se me escaparon algunas lágrimas, después de tanto, volvía a tocarla, como un insecto, como un microbio insignificante, y me levanté, me levanté y seguí acariciando, besando, besando toda la superficie que me era posible, delirante, enloquecido por ella, llorando de felicidad, adorándole por varios minutos, entonces corrí, corrí hacía el lado opuesto, me alejé, quizás un par de kilómetros, y entonces se levantó, sus piernas como gigantescos muros se elevaron como columnas hacía el cielo, era increíble, le había tocado, le había tocado a voluntad, había sentido la piel de la diosa con mis propias manos, besado, y seguía con vida, no era una mancha invisible sobre su suave piel morena… Y desperté, humedecido por la excitación, algo sucio, en una cueva, me despertaron sus pasos, había vuelto, salí a admirarla, se veía increíble, quizás más inalcanzable que de costumbre, más divina de lo normal, debo de completar mi viaje, debo de llegar a ella.

 

NOTA 12


Desde el día en el que descubrí que no estaba solo he visto a cientos, solo yo, solo yo he visto a cientos morir de las formas más humillantes, más intrascendentes, todos los que quedan atrapados entre ella y su novio mientras cogen despreocupadamente por ejemplo, dime tu qué hay de digno en ello, para muchos la vida aquí carece de sentido pero los ligeros atisbos de esperanza mantienen a todos andando, aunque son comunes los suicidios, he escuchado rumores de gente que ha escapado, que ha vuelto a la normalidad… Sé que es mentira, son simples cuentos para que el ánimo no decaiga, aun así muchos somos conscientes de que esto es todo y de que nunca va a cambiar, que esta será para siempre nuestra vida.
Ella, la diosa, así le llaman casi todos, a pocos les importa o mencionan su nombre, es simple, a nuestra escala ella no es una persona, es un ser inmenso, irreal, indiferente a nuestra existencia, se ve y actúa como una chica normal, pero no lo es, no desde nuestra perspectiva, aquí ella no es Gaby, aquí ella es una diosa.

 

NOTA 13

 

Caminar por el “desierto” es complicado, duro y agotador, no es más que el suelo de baldosa blanca que hay en todo su apartamento, al ser ligeramente rugoso ofrece una apariencia lunar, lleno de valles y montes, riscos y cavernas, no es el lugar más confortable, es más bien estéril, al cruzar es necesario tener los ojos bien abiertos, un ácaro del polvo se puede revelar invencible y sumamente peligroso, a la vez que enorme y aterrorizante, pero el mayor peligro, como es evidente, es ella, cubre en dos pasos lo que a mí me toma caminar 4 días, todo tiembla, es difícil ponerse de pie, lugar donde posa su inconmensurable peso, lugar que queda desprovisto de cualquier tipo de vida, así pise con tenis o sandalias y tengas la fortuna de quedar entre las hendiduras de la suela el siguiente paso te succionaría levantándote por kilómetros en el aire y la caída, bueno, no creo que fuese muy suave…

 

NOTA 14

 

No sé exactamente qué es lo que siento al estar reducido a este tamaño, tan minúsculo, tan insignificante, trato de no pensar mucho en la humillación, es decir, ella me quitó todo lo que tenía, me condenó a vivir como un ser insignificante, como una bacteria, a verla a lo lejos cada vez más radiante y deliciosa, con sus gruesas piernas, su cabello ondulado, su piel tersa, mientras yo me veo sucio, harapiento, grasiento y lastimado… A comer de su piel muerta, la grasa de sus vellos púbicos, las migajas gigantes que a veces caen de su comida, a ver como se la cogen frente a mí, como es feliz e indiferente a nuestro sufrimiento mientras yo lucho día con día por sobrevivir, por no morir aplastado por ella como muchos cientos ya lo han hecho, terminando como una mancha negra en el suelo, a no enloquecer de terror mientras el suelo tiembla con cada paso que da.

 

NOTA 15

 

Un día más encogido, tras despertar por el temblor y el estruendo del momento en el que sus pies divinos tocaron el suelo, un día más, tan enorme la ví por la mañana mientras estaba desnuda y la verdad me quede pasmado, no es delgada, no es gorda, está justo en el intermedio perfecto, perfecto para tener unas piernotas, unos muslotes bien torneados, unas pantorrillas bien delineadas, todo rematado por su culo, sus nalgas enormes, enormes para mí, que si pudiera tocar, apostaría a que son suaves, las deseo, tiemblan a cada paso, me imagine la textura de su piel, inalcanzable, suave, tibia…Sus tetas colgaban y se bamboleaban mientras se ponía su ropa, el brasier, un short ajustado tras las bragas que cubrieron el bosque negro en su entrepierna… Entró al baño, desde fuera escuche el estruendo de su orina de la mañana, desayunó mientras caminaba por su apartamento, mandaba notas de voz explicando algo sobre su novio a través de su dulce voz… De su comida cayeron algunas migajas que con estruendo chocaron con el suelo, eran gigantescas, y para mi buena fortuna estaban a pocos kilómetros de mí, la comida del día y el resto de la semana estaba servida… Tomó su bolsa y se fue entre los graves sonidos de cada una de sus pisadas alejándose… Me quedé pensando, no había mucho más que hacer, no había con quién platicar, solo era yo y mi mente.

Continúe pensando en lo que había pasado, en como había terminado aquí, los bellos días en los que era mi novia, cuando decía que me amaba, que siempre estaría conmigo, y entonces volví, volvi a la realidad donde ella cree que he muerto bajo sus pasos descuidados o de alguna otra forma intrascendente, si es que piensa en ello… La realidad donde soy un microbio, con el temor de morir y la esperanza de que algún día me encuentre de nuevo

 

NOTA 16

 

Fuera de su apartamento a un lado de la puerta hay una escalera de piedra, por ahí es posible subir al piso siguiente y bajar al inferior, hace mucho tiempo creí que escapando del apartamento sería posible encontrar algún tipo de ayuda, era ingenuo y tonto, sin embargo no era el único, entre mis notas encontré un par de fragmentos de la narración de ese viaje, que comenzó con optimismo pero termino como una lección para mí, el apego es poco deseable pues la vida aquí es sumamente frágil, en cuestión de segundos alguna acción de la diosa puede provocar la muerte de cientos, y entre ellos puede haber amigos, compañeros…

 

FRAGMENTO 1

 

Ya llevábamos 2 semanas caminando, 2 semanas caminando lo que ella en 4 pasos podía abarcar, no éramos nada, y ella lo era todo, si Gaby se acostara sobre el suelo, tardaríamos 5 días caminando 8 horas diarias en recorrerla desde sus pies a sus ojos, pero bueno, ya estábamos en el tercer escalón, era de mañana, tenía muchísimo que no veía el sol directamente, mi compañero se veía optimista, bromeaba, cuando nos interrumpió el sonido de la puerta abriéndose, y los sonidos graves y profundos de cada paso, era ella, yo rápido le grite que se arrodillara para evitar caer por el tremor, el suelo de los escalones era tremendamente irregular, así pues estábamos sobre una loma de roca… Para mi sorpresa y terror no paso de largo, subió la escalera y se sentó algunos escalones más arriba, llevaba un pantalón guinda ajustado y calcetines grises, mensajeaba con su teléfono y sin cuidado estiro sus grandes piernas, entonces BOOOM, dejo caer con fuerza sus pies justo a ambos lados de donde estábamos nosotros, el golpe nos dejó medio sordos y aturdidos, estábamos en el espacio que había quedado entre ellos, quizás fue aquí donde verdaderamente mi compañero entendió la insignificancia, y yo la recordé, sus pies eran tan enormes que no se les veía fin, continuaban hacia arriba como un par de moles infinitas que nos aprisionaban, estábamos a su merced, cualquier movimiento descuidado nos aplastaría, voltee a ver a mis compañero, estaba llorando y gritando de rodillas en absoluto terror, preguntando porque, preguntándome que hacer, solamente les dije que lentamente bajaran de la colina, fue una suerte que ella no se moviera, al bajar nos refugiamos en una pequeña grieta, y allí esperamos a que se fuera, cuando lo hizo todo tembló y era imposible moverse, entonces salimos y comenzó una ligera llovizna, las gotas a nuestra escala caían como meteoros mortales, coincidimos en que era demasiado riesgoso seguir, y así, emprendimos un tortuoso viaje de vuelta.

 

FRAGMENTO 2

 

Tras dos semanas de caminar por el fondo de las grietas en el piso estábamos de nuevo dentro de su apartamento, cansados, agotados, sucios, necesitábamos agua, y entonces le envié a buscar agua a un pequeño lago a un par de kilómetros mientras planeaba la ruta a seguir, en realidad un par de centímetros para ella, desde el pequeño monte donde estábamos veía a nuestro compañero caminar hacia allá como un pequeño punto en el inmenso desierto, de pronto sin aviso ella salió de su habitación y camino hacía nosotros, llevaba unos pantalones negros y ajustados a sus piernas gruesas junto a unos tenis blancos, la ví hipnotizado, voltee a ver hacia el lago y sentí la desesperación de ver a mi compañero correr, correr por su vida, su miserable vida, y sin darnos cuenta salí volando por el impacto cuando uno de sus pies aterrizo junto a nosotros, sobre el lago, caí inconsciente, pero al despertar fui corriendo hacia donde estaba mí compañero… Ya no había lago, la presión del paso de Gaby lo había hecho desaparecer, y de mi amigo no había rastro, busque y busque hasta que al fin, con tristeza descubrí sobre el suelo una débil silueta negra de fino polvo carbonizado con la forma desfigurada, esto era lo único que quedaba de él, un buen tipo, con historia, sueños y aspiraciones, toda una vida por delante, muerto por ella, un simple y descuidado paso de Gaby, era imposible que siquiera notara la mota de polvo que bajo su paso se había vaporizado, quizás entre gritos de terror, toda una vida esfumada… Igual era imposible, en un microsegundo aquel pobre ya estaba desintegrado por la inmensa presión... Y al fondo estaba ella, preparándose para salir, ajena a toda esta miseria a la que nos había condenado, parece un sueño, un sueño que va de lo sublime a la pesadilla, ella, una chica normal que vive feliz y tranquila, sin preocupaciones, sin temer por su vida a cada instante, a cada paso, omitiendo a los que están encogidos a sus pies, de los que mueren por resultado de la más insignificante de sus acciones…

 

NOTA 17

 

En las colonias el suelo temblaba, del techo caía polvo y la gente se tapaba los oídos y huía de los derrumbes provocados mientras muchos quedaban atrapados, era algo a lo que ya estábamos acostumbrados, sucedía un par de veces por semana quizás, y lo sabíamos en cuanto veíamos que entraba al apartamento de la mano de aquel, era Gaby, como siempre, solo que ruborizada, jadeante y abierta de piernas mientras su novio se la cogía durísimo, yo no lo hacía así, no con esa fuerza, todo tiembla y el sudor se condensa en el suelo, sin embargo por la intensidad la mayoría de las personas se ocultan hasta que terminan, si no fuera así y del sofá pasaran al piso quizás lo último que vieses serían sus nalgas enormes y su vagina hinchada derramando líquido cayendo hacía tí, mala fue mi suerte entonces pues estoaba en medio del desierto aprovechando la vista, ví como ella, se subió en sus piernas, tomo su verga y la apunto a su vagina, lentamente bajó con un gemido y comenzó a moverse hacia adelante y atrás, miré fijamente, sus nalgotas rebotaban a cada sentón y gemía como una puta, y así siguieron cogiendo mientras yo la deseaba, “Métemela toda”, gemía, los aplausos rítmicos sonaban mientras su culo temblaba al chocar con la pelvis de su novio y sus tetas colgando se bamboleaban, era ella, mi ex, ahora tan enorme, tan inalcanzable, disfrutando frente a mis ojos, despeinada y agitada con la piel brillante, ¡ZAP!, con una nalgada su culo tembló, ella se levantó en toda su estatura y me escondí de nuevo por seguridad, no se qué pasaría después pero los gritos de placer y el polvo cayendo del techo auguraron un final feliz para Gaby… No tanto para nosotros, decenas yacían atrapados por los derrumbes que había provocado, decenas más trataban de forma desesperada de rescatar a los supervivientes, y muchos más ahora no eran más que un simple recuerdo al haber quedado atrapados en medio del acto sexual, aplastados, desintegrados, barridos, ahogados, así es la vida en este nuevo mundo, así de insignificantes somos.

 

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